Senadores Nacionales

Cristina convoca a los senadores a una sesión online y acepta que hablen un poco más

No hubo acuerdo para que los jefes de bloque pisen el recinto, pero le sumará dos horas de oratoria. La primera reunión será el 13 para aprobar decretos de Alberto.

 

Cristina Kirchner convocó a una sesión del Senado por sistema remoto para el miércoles 13 de mayo en la que se tratarán los 20 decretos de necesidad y urgencia firmados por Alberto Fernández y aprobados por la bicameral de trámite legislativo.

Sólo pueden ser invalidados si las dos Cámaras del Congreso lo deciden y si al menos una los avala quedan firmes. El oficialismo expondrá su mayoría de senadores para completar el trámite en la primera sesión por teleconferencia, cuando tendrán que votar desde «organismos oficiales» de sus provincias, que podrían ser Municipalidades, Legislaturas provinciales o Casas de Gobierno.

 

Sólo en caso de justificar que no lleguen estarán autorizados a sesionar desde su casa, con una conexión doméstica «siempre que reúna los requisitos necesarios», esto es, wifi y un celular cargado por si se cortara la luz. Así lo indica el decreto de convocatoria a la sesión firmado esta tarde por Cristina, que sólo cedió en uno de los planteos de la oposición: habrá 6 horas de debate y no 4, como planteó en el protocolo que le entregó al jefe de Cambiemos Luis Naidenoff el martes de la semana pasada. 30 minutos deberán reservarse para las votaciones y la notificación de sus resultados.

Sólo podrán estar en el recinto Cristina o quien la reemplace en la presidencia de la sesión y las autoridades del Senado. El resto deberá ir a un organismo oficial de su provincia o conectarse en su casa.

Se votará por «medios electromecánicos» y el resultado será constataedo en un acta. Si fuera necesario, un senador podrá corregir verbalmente su voto, como ocurre con mucha frecuencia en las sesiones presenciales. Y si fallara el sistema, cantarán sus posiciones a viva voz.

Pero no hubo acuerdo para que haya un cupo de senadores autorizados a presenciar la sesión en el recinto, como sí podría ocurrir en Diputados y habían reclamado por carta Naidenoff, Humberto Schiavoni (PRO) y el salteño Juan Carlos Romero, del interbloque federal.

José Mayans, jefe del frente de Todos, se opuso desde el primer momento y contó el respaldo del ex gobernador de Río Negro, Alberto Weretinleck, que tiene un monobloque y le envió una carta a la vicepresidenta para solicitarle que no lo obligue a participar presencialmente.

«Únicamente podrán ingresar al recinto las autoridades y el personal afectado al desarrollo de la sesión y expresamente autorizado», señala el artículo 15 del decreto.  Este lunes se instalaron pantallas LED en un semicírculo delante del estrado principal, donde estará Cristina o quien la reemplace temporalmente en la presidencia de la sesión.

 

La primera en la lista de sucesión es la santiagueña Claudia Ledesma y le siguen Martín Lousteau (UCR) y el misionero Maurice Closs, aliado del oficialismo, que ya avisó que no irá. Sí estaría la vice segunda Laura Rodríguez Machado, del PRO.

Deberán aguardar desde sus despachos por si toca la campana para ingresar al recinto. Delante de las pantallas sólo quedaron algunas bancas para el secretario parlamentario Marcelo Fuentes y la administrativa, María Luz Alonso, junto a sus prosecretarios Juan Tunessi y Mariano Cabral.

En Diputados, Sergio Massa se comprometió a habilitar un cupo de bancas en el recinto por cada sesión remota, pero el oficialismo se negó a sumarlo al protocolo de sesión aprobado la semana pasada y será definido en la reunión de los jefes de bloque previa a cada reunión, en la que pesan los partidos políticos que hayan construido una mayoría. O sea, no hace falta Cambiemos.

Ni bien comience la sesión remota del 13,  el decreto presidencial será votado con mayoría simple por no tratarse de un cambio reglamentario sino de un anexo del artículo 30, que permite no sesionar en el recintos «en casos de gravedad institucional». Cristina le pidió saber si esa definición respaldaba una sesión online a la Corte Suprema, se negó a responder con el argumento de que en tal caso era cuestión del Senado definir sus reglas.

La vicepresidenta consideró esos fundamentos un respaldo suficiente para habilitar las sesiones remotas por 60 días, prorrogables si continúan los períodos de cuarentena. Tendrán temarios acotados a las medidas «en el marco de la emergencia sanitaria declarada a raíz del COVID-19, sobre aquellas leyes que requiera el Poder Ejecutivo Nacional y aquellas iniciativas que a criterio del Congreso sean necesarias para combatir» el coronavirus y «las que deriven de las medidas para prevenir la pandemia o sus efectos».

Abarca esta definición los proyectos presentados para aliviar la carga fiscal de las pymes, el que presentaron los diputados del oficialismo para suspender los aumentos de las tarifas telefónicas, el que prometió Máximo Kirchner para crear un impuesto a la riqueza o el presentado por los senadores de Cambiemos para garantizar que los millonarios inviertan, motivo de molestia de la jefa del PRO Patricia Bullrich.

Cristina, además, anticipó que está interesada en tratar una ley para eliminar el ajuste por inflación de los balances de las empresas, para que no paguen menos de impuesto a las Ganancias. Pero serán temas para las sesiones siguientes. Y para votar por internet.

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