El máximo dirigente de la UTA Rosario criticó el sistema de transporte en la ciudad, así como la falta de recursos. Pidió mayor participación del Gobierno provincial, al tiempo que tildó a los empresarios de “espectadores de lujo”
“El sistema de transporte en Rosario está gravemente herido”, sentencia Sergio Copello, el sindicalista que tomó la posta del gremio de los choferes de colectivos en Rosario tras el deceso del histórico Manuel Cornejo.
“Hemos recibido un golpe que está costando y va a costar”, marca el dirigente en alusión a la pandemia y sus consecuencias, en diálogo con Conclusión.
Desde que comenzó la pandemia del coronavirus en el país, en Rosario el corte de boletos de colectivos cayó cerca del 80%, lo que provocó una caída abrupta en la recaudación, situación a la que aún no pudo reponerse el sistema. Esto fue en parte por el alto costo del boleto en Rosario, un servicio deficiente y el miedo de los usuarios al contagio de Covid-19 en el transporte público, uno de los lugares señalados por los expertos como foco infeccioso.
“Nunca imaginamos que la gente iba a dejar de usar el colectivo, y es lo que sucedió. Hubo otras crisis pero el transporte siempre siguió funcionando como eje de la economía, como rueda que mueve todo, la educación, la salud… La cantidad de gente que sube no alcanza para un sistema que está pensado de otra manera”, describió Copello la delicada situación por la atraviesa el sector, y como ejemplo expuso que “hay una empresa que tuvo que devolver cincuenta unidades en la ciudad”
A raíz de la reducción de la cantidad de pasajeros que utiliza en servicio, el Municipio de Rosario realizó una reestructuración fusionando líneas y reduciendo la flota para abaratar costos.
“El Municipio redujo la cantidad de coches, amplió las frecuencias y fusionó varias líneas”, detalló Copello. “La gente no está conforme porque quiere mejores frecuencias. Y cuando dejas de prestar el servicio la actividad comienza a peligrar porque la gente busca otras alternativas”, analizó.
A su vez, cuestionó el manejo del servicio por parte de los dirigentes actuales: “Hay gente que se va a Europa y trae ideas de la bicicleta pintada de un color o de la bicisenda, pero Europa es distinto, por ejemplo en cuanto a la seguridad. Hoy el transporte no da respuesta a eso, no da un servicio como la gente necesita. Así que entre esperar 30 minutos un colectivo con la inseguridad o usar la bicicleta, la gente elige la bicicleta, si total el palazo me lo voy a comer igual…”.
“Esto tiene que tener una fecha de vencimiento porque si no el servicio puede quedar como está, sin resolver las demandas de la ciudadanía”, advirtió el dirigente.
DEMORA Y PAROS
El gremio en el mes de mayo realizó un paro por la demora en los haberes, situación que se repite con frecuencia desde el año pasado, cuando fueron varias las medidas de fuerza llevadas adelante por esa causa.
El problema siempre es el mismo, la demora en la entrega de subsidios por parte de Nación. Algo que los gobiernos tanto provinciales como municipales no han podido resolver. Los empresarios son la tercera pata de esta situación, aunque, según Copello, son meros “espectadores”.
“Con los compañeros de otras jurisdicciones estamos en continuo conflicto. Una cosa es el anuncio y otra la efectivización de esos aportes. Los tiempos de los políticos no son los de los trabajadores”, comentó Copello, al tiempo que apuntó que “nosotros pudimos mantener la cantidad de compañeros, aunque cobrando en tramos”.
Semanas atrás el gremio acordó paritarias. Las cámaras y la UTA nacional resolvieron un aumento del 37,5%. Sobre este convenio, Copello señaló que «al mes de junio estamos empatados con la inflación, pero a este ritmo nos va a superar”.
Otra de las patas de esta ecuación son los empresarios de la actividad, a quienes Copello catalogó como que “espectadores de lujo”. “Viven gracias al subsidio del estado municipal, provincial y nacional. Al no tener recaudación solamente distribuyen ese dinero, hacen un pasamano. De eso toman una parte para la administración de la empresa», cuestionó el dirigente.
REPARTO DESIGUAL
Otro punto álgido es el reparto de subsidios por parte de Nación, una demanda histórica de las provincias, que reciben un escaso porcentaje a la gran cantidad de recursos destinados en Capital Federal. Con respecto a esto, Copello estimó que “los subsidios que se reciben en AMBA son 85% frente al 15% que se le otorga a las provincias”.
El sindicalista sumó que en el Gobierno anterior se llegó a entregar solamente un 5% de recursos para el interior, y que si bien Alberto Fernández intentó equilibrar la balanza, aún falta mucho para llegar a un atisbo de paridad.
El apoyo del Gobierno nacional para que sea efectivo tendría que ampliar la efectividad que tiene en AMBA y Capital. Si el dinero en vez de llegar a los 45 días llegara tres días antes de que termine el mes, cobraríamos en tiempo y forma.
Por último, Copello también apuntó al papel de Perotti en la problemática: “El Gobierno provincial debería involucrarse porque lo usan los santafesinos”.