El juvenil, que hizo su estreno en primera ante River, habló en Pressing Deportivo por Sí 98.9 y dejó sus sensaciones. Además, describió su manera de jugar y contó sobre los consejos de los referentes.
Ignacio Ovando debutó con la camiseta de Rosario Central en el triunfo por 2 a 1 ante River. Este lunes, el juvenil habló en Pressing Deportivo, por Sí 98.9, sobre lo que vivió tras sus primeros minutos en la primera Canalla: “Una locura, de a poco fui respondiendo mensajes, subiendo alguna que otra historia, de a poco voy cayendo”. “Los nervios del debut se viven solo una vez. Es un sueño cumplido pero no me conformo para nada, voy a seguir laburando para seguir sumando minutos”, aseguró.
El defensor señaló que hace tiempo venía aguardando la oportunidad: “Desde que Ariel (Holan) me empezó a llevar era una ilusión muy grande y sentía que se acercaba cada vez más”. “Me vengo preparando desde principio de año, que tuve la oportunidad de hacer la pretemporada con el grupo”. “Es una tristeza enorme lo que le pasó a Carlos (Quintana) y a Juan (Giménez)”, remarcó.
“Pensé en todo lo que me costó llegar hasta ahí, toda la gente que pasó en mi etapa de juveniles; entrenadores, profes y kinesiólogos”, dijo el joven de 18 años. “Fue muy lindo cómo me recibieron; los vi a todos los que me acompañaron desde chico. Mi familia viajó a Santiago del Estero o Tucumán en colectivo cuando estaba en juveniles; yo tengo ese privilegio que muchos no tienen”, reconoció.
El marcador central reveló que dialoga y prepara los partidos que le toca afrontar: “Voy charlando con amigos y mi psicóloga; también con los referentes”. “Ángel (Di María) y Nacho (Malcorra) corrigen detalles dentro de la cancha y está buenísimo que te lo marquen”, señaló.
Acerca de su manera de jugar, el zaguero dijo: “Me gusta mucho la pelota al piso, siempre siendo inteligente”. “A veces el juego no requiere jugar así y tenés que lanzar alguna pelota o buscar alguno de los volantes que jueguen por fuera”, describió.
El juvenil contó lo que significa compartir con Di María: “Desde un principio me parecía un pensamiento muy lejano el jugar con él”. “Que Ángel haya venido acá y poder cumplir algo que ni llegué a soñarlo, como entrar y que la primera pelota que tocas sea para él, es una locura inmensa”, culminó.