Juez sobre cuota alimentaria para una madre: “Se trata de dar dignidad a la ancianidad”
Dos hermanos deberán hacerse cargo del cuidado de su mamá a partir de un fallo. La resolución es inusual, ya que los padres no suelen hacer este reclamo a sus hijos, pero está prevista en el Código Procesal de Familia. El análisis del magistrado a cargo del caso
Deberán abonar una cuota mensual para cubrir los gastos de su cuidado. (Imagen generada con IA)
El inédito fallo de la Justicia de San Lorenzo que obliga a dos hermanos a pagar la cuota alimentaria de su madre octogenaria no solo sentó un precedente legal, sino que también reabrió el debate sobre el cuidado y el rol de los hijos en la vejez. El juez de Familia que dictó la sentencia, Marcelo Escola, profundizó para Rosario3 los detalles de la resolución, que busca garantizar la calidad de vida de una mujer que padece demencia vascular.
«Se trata de dar dignidad en el derecho a la ancianidad», expresó el magistrado sobre el caso, que se originó a partir de una demanda de la propia hija de la mujer y resalta la importancia de la figura legal de la cuota alimentaria en un contexto poco usual.
La beneficiaria es una octogenaria de la ciudad portuaria vecina que además de su afección, necesita asistencia especializada y permanente. Sus hijos desde ahora se hacen cargo mensualmente de su cuota alimentaria, luego de haber sido demandados por su hermana, a partir de entender que, aunque su madre percibe ingresos varios, estos no son suficientes para los gastos de su cuidado específico y la medicación que toma.
La resolución que tomó Escola se encuentra prevista en el Código Procesal de Familia, pero es lo menos usual, y esto se debe a que “muchos desconocen que tienen derecho a reclamar a sus hijos que se hagan cargo de sus gastos, pero si lo saben, no se animan a demandárselo”, explicó el juez.
Si bien esta clase de resoluciones no es frecuente, aclaró que el fin supremo es “la calidad de vida de la mujer con este cuadro delicado, ya que prevalece la dignidad en el derecho a la ancianidad”.
El magistrado resolvió que los tres hermanos deberán abonar cada uno una cuota alimentaria de $900.000, y sostuvo sobre su decisión basada en el Código, que “está previsto el lazo sanguíneo tanto en lo ascendente como en lo descendente, y por eso, la mayor de las veces quienes se hacen cargo de la cuota alimentaria terminan siendo abuelos de nietos, cuando sus hijos por diferentes causas no lo hacen”.
En la causa que lleva ya unos meses de audiencias para conciliar, los dos hombres demandados por su hermana cuestionaron la medida y propusieron internar a su mamá en una clínica especializada, pero Escola explicó que “este tipo de condición de salud requiere cierta rutina cuidada y si ella vive en un lugar con muchas otras personas, puede empeorar su conexión con la realidad y dejar de reconocer a las personas, como pude ver en la resolución de médicos en los informes. La rutina y los cuidadores especialistas es clave en estas patologías”.
La demencia vascular se produce con la edad, generando deterioro cognitivo con días de menos conexión con la realidad, por lo que “no hay que cambiarles rutinas, lugares ni cuidadores en esta y otras patologías, según explican los médicos”, precisó el magistrado. Y agregó: “La calidad de vida es importante en su cuadro y por eso una internación no es conveniente, sino sostenerla en su hogar habitual”.
La resolución fue equitativa: a partir de ahora los tres hijos estarán a cargo de abonar una cuota para su madre, luego de varias audiencias que no hubo acuerdos, cuando en realidad el juez aseveró que “la contención emocional de la mujer es aún más importante que la cuestión económica”.
«En el siglo de las comunicaciones se ha perdido la capacidad del diálogo en las familias, y escucho esto en las audiencias constantemente: se bloquean el contacto cuando se resuelve dialogando. En estos conflictos lo que se discute son los problemas interpersonales, que se reflejan en la miseria humana y las víctimas son las personas que más queremos. Es muy triste ver el derecho a la ancianidad degradado en esta sociedad. Ver cada miércoles a los jubilados manifestarse por sus jubilaciones, en vez de ser los más valorados, por ser los más sabios, como debe ocurrir en una sociedad avanzada», reflexionó finalmente Escola.