Los audios de Spagnuolo quebraron la confianza en Milei de muchos indecisos.

La moneda está en el aire. El impacto de las elecciones de este domingo 7 de septiembre en la Provincia de Buenos Aires trasciende las fronteras del territorio bonaerense. En el peronismo se pone a prueba la conducción de Axel Kicillof que por primera vez se impuso en una decisión clave de la estrategia electoral. El gobernador, en acuerdo con la mayoría de los intendentes peronistas, decidió desdoblar la elección de la provincia más poblada del país. Es un hecho inédito y una jugada fuerte que implicó un intenso debate con el cristinismo.
La política es resultadista. Cuando se conozcan los números se sabrá si la estrategia fue un acierto o un error.
En la previa hay algunas cosas que se pueden analizar. Las decisiones, en la política y en la vida, se toman en un momento determinado y después viene el azar. Uno de los objetivos de desdoblar era que los temas provinciales ocuparan el centro del debate. La recesión, la inestabilidad del dólar, el rebote de la inflación, los audios de Diego Spagnuolo denunciando que Karina Milei montó un sistema de recaudación en la Agencia de Discapacidad cambiaron el escenario. Podría apostarse que los bonaerenses que irán este domingo al cuarto oscuro lo harán pensando en temas nacionales. Lo que se les pasa por la cabeza no es si la escuela del barrio se terminó o si aumentó la cantidad de policías que patrullan la cuadra.
La campaña electoral de todas las fuerzas fue extraña, confusa, dispersa. Con ese telón de fondo, la de la Libertad Avanza quedó más desencajada de lo que pasa por la cabeza de los votantes. El mileísmo apostó a una estrategia centrada en lo provincial, antiperonista, antikicillof. No fue la campaña clásica de medio término de un oficialismo nacional que pide el apoyo para poder avanzar con lo que le falta. En ese punto el peronismo se adaptó más rápido a lo que la circunstancias impusieron. “Hay que frenar a Milei” terminó siendo el mensaje central de Kicillof y de los principales candidatos de Fuerza Patria. Un mensaje nacional. La gestión del gobierno bonaerense, las escuelas inauguradas, las obras en las rutas y el embellecimiento de varios centros de municipios quedaron en segundo plano.

Los audios de Spagnuolo tuvieron efecto. Era casi imposible que no fuera así. Hubo encuestadores que realizaron focus group sobre los indecisos hasta hace pocos días. La mayoría es votante de Milei en el balotaje del 2023. Su desencanto con el gobierno, lo que los empujó al vagón de los indecisos, es el deterioro de su situación económica personal. Sin embargo, es habitual que los electores encuentren explicaciones para que un empeoramiento de su situación económica no implique automáticamente el quiebre de la confianza en el proyecto que respaldaron. La herencia, una sequía y la situación internacional son algunas de las tantas explicaciones, a veces ciertas, que permiten que el respaldo no se rompa a pesar de que la realidad material empeore. Los audios de Spagnuolo se montaron sobre ese malestar y resquebrajaron la confianza personal en el presidente, en sus intenciones.
Este efecto existe pero no quiere decir que se abre la posibilidad de una catástrofe electoral para la derecha. El electorado antiperonista es muy fuerte en la Argentina y también en la Provincia. Esos votantes no tienen demasiadas vías de escape. No hay una propuesta antiperonista potente que se diferencie de Milei y que funcione de canal por el que pueda fluir una parte del río. Somos Buenos Aires podría haber ocupado ese lugar. A nivel provincial logró una propuesta unificada, pero sus dirigentes con más proyección nacional, Florencio Randazzo y Facundo Manes, terminaron a las patadas y divididos. Esto le quitó fuerza a la propuesta.
La falta de una vía de escape para el voto antiperonista enojado con Milei le sirve a la Libertad Avanza para contener la fuga.
Son algunos de los datos centrales de las últimas horas mientras la moneda del resultado ya está girando en el aire.