“Para que la gente sepa que hay hambre alrededor de Rosario”, organizaciones sociales, sindicales y comunitarias anunciaron ayer que marcharán hoy, día en que se celebra al patrono del trabajo, San Cayetano, desde 27 de Febrero y Buenos Aires hasta el Concejo Municipal, con un parada estratégica en el templo que lleva el nombre del santo, ubicada en Buenos Aires al 2100. Allí, dijeron los organizadores, serán bendecidas por al arzobispo de la diócesis, monseñor Eduardo Martín, las 60 ollas populares que acompañarán la procesión pagana hasta desembocar en el Monumento Nacional a la Bandera.

La Intersindical Rosario, por su parte, convocó a una misa a las 10 de la mañana en memoria del patrono del plan y del trabajo en la Iglesia de Buenos Aires al 2100, como parte de la conmemoración cristiana del presbítero italiano Cayetano de Thiene, quien en 1671 fue proclamado santo por el papa Clemente X.

La pata gremial de la Departamental Rosario del Partido Justicialista (PJ) se sumará a la movilización, convocada bajo el lema Paz, Pan, Tierro, Techo y Trabajo. “Llamamos a participar de todas las misas que se realicen en Rosario y la región. Para nosotros, la consigna de San Cayetano nos une, la necesidad nos moviliza y la dignidad nos sostiene en esta realidad que padecen los trabajadores a lo largo y ancho del país”, dijo el secretario gremial del peronismo local, Sergio Rivolta.

Viene marchando

El secretario general de la seccional Rosario del Sindicato de Dragado y Balizamiento, Edgardo Arrieta, dijo durante una rueda de prensa que “desde las 9 vamos a estar concentrando en 27 de Febrero y Buenos Aires y vamos a peregrinar hasta la iglesia, donde nos van a bendecir los párrocos y seguimos hasta Córdoba y bajamos frente al Concejo Municipal”. El dirigente gremial puntualizó que “va a haber más de 60 ollas populares para que la gente sepa que hay hambre alrededor de Rosario, y las ollas de los barrios se van a hacer presente en el Monumento a la Bandera”.

En la antesala de una nueva jornada nacional de lucha por Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo, las organizaciones anunciaron también que ingresarán un proyecto al Concejo para que se debate la declaración de la emergencias alimentaria en la ciudad.

“En el Concejo vamos a presentar un proyecto de ordenanza para declarar la emergencia alimentaria en Rosario, lo van a tratar los concejales, para crear un registro de comedores y merenderos comunitarios, una mesa de diálogo entre el Estado y las organizaciones y que se disponga la creación de un fondo de financiamiento para comedores”, dijo en la conferencia de prensa Hernán Sorrequieta, referente local de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Utep).

En esa línea, el militante agregó que “en la Legislatura de Santa Fe se va a presentar también un proyecto de ley para darle un reconocimiento a la cocineras comunitarias”, a través de la “creación de un registro provincial de comedores” y del otorgamiento “a las cocineras comunitarias de un reconocimiento económico por su labor, a través del Estado provincial”.

Hambre nueva

Para el dirigente de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Eduardo del Monte, “la situación cada vez es peor” en los barrios populares de Rosario, lo que queda en evidencia en el hecho de que “cada vez más gente concurre a los comedores, incluso gente que tiene trabajo y jubilados, mucha mamá con sus chicos”.

El dirigente social sostuvo que ese incremento de la demanda se produce en espacios “que tal vez dan de comer una vez por semana, porque el Gobierno nacional ha eliminado toda la ayuda alimentaria que se daba a las ollas populares del país”.

 

Del Monte dijo que “el otro problema es la falta de laburo, porque eso repercute y es generador de hambre, hay familias nuevas que van ingresando en la pobreza y la indigencia y el Gobierno ha cortado la posibilidad de seguir en los programas de trabajo” como el diezmado Potenciar Trabajo. En ese sentido, el dirigente planteó la necesidad de que el Estado “aborde el déficit habitacional con la construcción de viviendas populares”, por medio de una empresa pública, que se convierta “en el primer trabajo para los pibes y para las compañeras. Necesitamos urgentemente una política de inclusión que tenga masividad, y eso no se ve. En cambio, se estigmatiza a los jóvenes y estamos en una situación social cada vez más difícil”.