Rosario

Los libertarios rosarinos convocan a denunciar adoctrinamiento en la universidad

Los concejales Sabrina Prence y Franco Volpe, junto al diputado nacional Nicolás Mayoraz, lanzaron un portal para hacer acusaciones anónimas. «La idea es visibilizar la falta de tolerancia y pluralismo», indicó el legislador nacional

Tras las masivas movilizaciones en defensa de la universidad pública y el rechazo a las reasignaciones presupuestarias del gobierno nacional, los libertarios en Rosario contraatacaron y volvieron a poner el eje en un punto sensible del debate que se desató con las acusaciones lanzadas desde la Casa Rosada. El bloque afín al presidente Javier Milei en el Concejo de la ciudad lanzó una campaña nacional en la que en forma anónima y en una página web le ofrecen a los estudiantes denunciar casos de adoctrinamiento en las casas de estudio.

Tras la marea humana que marchó contra las políticas educativas de Milei el martes pasado, ahora se agregó un capítulo en la batalla discursiva entre quienes señalan que en las universidades se financia la política y se escucha un discurso unívoco y quienes ven tras estas acusaciones la punta de lanza para atacar la educación laica, pública y gratuita.

En efecto, desde el bloque Vida y Libertad, los concejales Sabrina Prence y Franco Volpe, así como desde el espacio de La Libertad Avanza bajo la representación del diputado nacional por Santa Fe, Nicolás Mayoraz, los libertarios rosarinos lanzaron una polémica consigna: «Decimos basta al adoctrinamiento en la universidad pública». Y para recibir las denuncias, habilitaron una página en internet (www.bastadeadoctrinamiento.com.ar).

La movida en redes incluyó un video de promoción. Con imágenes de pasillos y afiches universitarios, se escucha una voz en off: «El adoctrinamiento educativo existe, aunque las autoridades universitarias y los militantes de los centros de estudiantes lo nieguen porque son cómplices. En los pasillos de las facultades públicas muchos estudiantes se encuentran sometidos a un acoso constante simplemente por expresar opiniones opuestas a la bajada de línea que intentan imponer algunos docentes y agrupaciones políticas». Además, el material de difusión expresa: «Defender la universidad pública es defender la integridad física y mental de las personas que transitan sus pasillos sin importar su idea política religiosa o cultural», para dirigirse a la audiencia: «Si alguna vez algún profesor te bajó línea en alguna clase o la misma universidad lo hizo en la institución; no te quedes callado. Podés denunciarlo en www.bastadeadoctrinamiento.com.ar, y recuerden que la universidad está para aprender no para ser sucursal de un partido político».

Para la concejala Prence, una de las impulsoras de esta movida, «el adoctrinamiento en las facultades públicas del país no es algo que surgió ahora. Viene de bastante tiempo y no se limita únicamente a posiciones políticas. Siempre milité en causas sociales que, en mi caso, no eran bien vistas en la facultad. Hoy en día en muchos espacios universitarios, ser religioso o cristiano no es bien visto».

La edila del bloque Vida y Libertad citó el ejemplo de una amiga quien, al presentarse a un examen final en su primer año con un rosario en el cuello, «debió soportar que el profesor que la evaluaba le preguntara qué hacía estudiando en la facultad pública y le dijera que no debía estar ahí mostrando símbolos religiosos», contó Prence para denunciar que en ese examen y sin escucharla «el profesor directamente le puso un 1 como nota. Acto seguido, le pidió que se retirara de la mesa».

Hubo más de la legisladora local. «Durante el debate sobre el aborto, allá por el 2018, era bien visto circular con el pañuelo verde, pero no con el celeste. En la Facultad de Humanidades, incluso, distribuyeron estampitas de la Virgen con el pañuelo del aborto y una oración sobre el derecho a decidir abortar. Es decir, profanaban nuestras imágenes».

A su vez, Prence, quien es hija de un integrante de una fuerza de seguridad contó que durante la desaparición y posterior hallazgo del cuerpo del artesano Santiago Maldonado, «una integrante de una agrupación me hostigó por redes sociales diciéndome que yo soy hija de un asesino, a pesar de que no tenía nada que ver con Maldonado ya que mi familia vive en otra provincia. Pudo haberse puesto en mi lugar, del lado de los que tenemos familiares en la fuerza. Fueron meses duros, había un ambiente tenso, ¿les parece lógico culparnos por la muerte de un joven en el sur solo por ser familiar de un miembro de las fuerzas de seguridad?», se preguntó.

Y hubo más cuando se abordó el tratamiento sobra la última dictadura militar. «¿En serio me van a venir a decir que soy hija de un asesino cuando mi papá lo único que hizo luego de vivir en la calle durante su adolescencia fue encontrar una posibilidad para su futuro cuando le dieron la oportunidad de entrar en la fuerza?», siguió.

«Sufrí en carne propia cuando ganamos las elecciones; docentes de la universidad salieron a criticarme diciendo que «como católica, provida y libertaria, ¿cómo podría representarlos?». Como resultado de eso, y de muchas otras cosas, me vi obligada a cambiarme de universidad (cursaba estudios en la Facultad de Psicología de la UNR) porque, siendo realistas, nunca me iban a permitir graduarme», acusó la concejala que se cambió a una casa de estudios privada.

En tanto, el concejal Volpe indicó que, en concordancia con el gobierno nacional, «valoramos la educación pública, laica y federal y no queremos que sea usada por los políticos de turno para beneficio propio: as universidades estatales hace años que están atravesadas por una ideología política que no permite el libre desarrollo de cualquier persona o situación ajena a esa ideología mal plantada. Esto lleva a distintas situaciones que incomodan a muchos estudiantes y que incluso no les permiten desempeñarse educacionalmente, ya que comienzan a aparecer obstáculos impuestos por personas que se creen dueñas de la educación pública, ya sean militantes, alumnos o profesores».

Más en tono de arenga, el edil libertario se mostró contrario a permitir que los recursos de la educación pública, por la cual pagamos todos los argentinos, «sean usados para realizar prácticas educativas y de propaganda, con el objetivo de inculcar determinados valores o formas de pensar en los alumnos. Apostamos a las libertades individuales, a una educación objetiva donde se busque desarrollar personas críticas que lean los dos lados de la biblioteca, como expresó el presidente Milei».

Mayoraz comentó que es egresado de la UNR y, pese a defender la universidad, manifestó que «la intolerancia actual y la falta de plurarismo es notoria».

Ingresando a www.bastadeadoctrinamiento.com.ar, quienes quieran denunciar, lo podrán hacer en forma anónima. Luego, según Prence, se harán las denuncias correspondientes y a quienes corresponda.

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