Cambiemos podrá tener dictamen favorable. La oposición tiene mayoría para eliminarlo, pero aún no hay voluntad.
El mega decreto de reforma del Estado arribó a última hora de este miércoles al Congreso y será tratado en febrero por la bicameral de trámite legislativo, que Cambiemos logró manejar a gusto por maniobras de Emilio Monzó y Gabriela Michetti
Eso le permitirá obtener un dictamen de mayoría, pero la oposición puede eliminar cualquier DNU si se une en ambas Cámaras y vota en contra. De esta manera, como adelantó LPO, las fuerzas que rechazaron públicamente esta reforma del Estado podrían anularla si se lo propusieran, pero necesitan un trabajo mancomunado que no parece entusiasmar a todas.
Mientras tanto, el presidente al menos se aseguró no tener que sufrir dictámenes en contra como tuvieron varios de sus DNUs de estos años, una señal de debilidad poco feliz.
La desburocratización, como la anunciaron los pocos ministros presentes el 10 de enero, reforma 129 leyes con la misión de reducir trámites pero trajo además algunas sorpresas, como la habilitación para embargar sueldos o crear fideicomisos con el Fondo de Garantías de Sustentabilidad de Anses (FGS).
El Frente Renovador, que no tendrá representantes en la bicameral, fue a la justicia pedir su inconstitucionalidad. El peronismo cercano a los gobernadores lo cuestionó en comunicados y declaraciones varias y el diputado kirchnerista Agustín Rossi les propuso unirse para dejarlo sin efecto. Mientras no lo consiga, Macri podrá aplicarlo sin problemas.
La bicameral se reuniría los primeros días de febrero y con 8 de los 16 miembros Cambiemos no tendría problemas en obtener mayoría para nombrar al presidente, si al menos un opositor lo ayuda. De lo contrario, no habría quórum y nunca comenzaría a funcionar.
Por rotación, le toca a un senador ser presidente y elegido sería el radical Luis Naidenoff, un histórico de la comisión, pero como también es jefe del interbloque podría cederle el lugar a la jujeña Silvia Giacoppo. Cualquiera de los dos será el encargado de desempatar y por lo tanto siempre el dictamen de mayoría será oficialista.
Para mayor garantía, Federico Pinedo y Michetti le cedieron el cupo de peronismo inorgánico a Cristina Fiore Viñaules en reemplazo de Adolfo Rodríguez Saá, flamante aliado de Cristina Kirchner.
Claro que los dictámenes a favor pueden servir poco y nada si en cada Cámara se crea una mayoría que los rechace en una sesión. No parece tan fácil.