La diputada nacional Graciela Ocaña salió ayer al cruce de Hugo Moyano, lo hizo responsable de su seguridad y ratificó que ampliará la denuncia que presentó en su contra en 2011 por enriquecimiento ilícito y desvío de fondos.
La diputada nacional Graciela Ocaña salió ayer al cruce de Hugo Moyano, lo hizo responsable de su seguridad y ratificó que ampliará la denuncia que presentó en su contra en 2011 por enriquecimiento ilícito y desvío de fondos.
«Moyano podrá adjetivar sobre mi persona, ya lo hizo antes. Se acordó de mi madre en otro momento, me amenazó, pero la verdad es que lo que tiene que hacer es explicarle a la Justicia por qué constituyó varias sociedades, que están en manos de su esposa y sus hijastras, que cuentan con una cantidad de bienes que lograron a partir de supuestos servicios al sindicato, la obra social y la mutual de Camioneros», señaló Ocaña.
«Como no lo puede explicar —agregó— me ataca. Esta denuncia la hice en 2011 ante el juez Claudio Bonadio. En definitiva, lo que no me perdona es que cuando fui ministra de Salud nacional enfrenté a la mafia de los medicamentos, por lo cual colegas suyos estuvieron varios años presos». Luego insistió en que Moyano «usó la coacción y el apriete como un mecanismo habitual en sus relaciones de poder», pero aseguró que con el cambio de gobierno «eso se terminó».
«En su momento tuve problemas con mi seguridad; lo hago responsable (al sindicalista) de mi seguridad. Ando por la calle como todos: no tengo mi empresa de seguridad, como él, ni custodios», resaltó Ocaña.
En medio del avance de varias causas contra Moyano, la legisladora había adelantado que tras la feria judicial ampliará su denuncia sobre el presunto desvío de fondos de la obra social de Camioneros en beneficio de empresas vinculadas a la familia del ex líder cegetista.
Advertencia
Uno de los integrantes del triunvirato de la CGT, Juan Carlos Schmid, lanzó otra fuerte advertencia contra la Casa Rosada y los empresarios aliados a Cambiemos: aseguró que hay una intención, «no sólo del gobierno sino de los factores de poder, de acorralar a los sindicalistas, de ponerlos de rodillas».