Francisco Alurralde fue cesanteado por la cartera que conduce Jorge Triaca luego de haber participado en la movilización del 18 de diciembre contra el ajuste a los jubilados, durante la que fue golpeado, herido con balas de goma y detenido por la Policía Federal. ATE denunció el «despido persecutorio», luego de que las autoridades del Ministerio le dijeran a los delegados que se trataron de órdenes “de arriba”.
«Lo único que hice fue querer estar presente en un reclamo junto a tantos otros trabajadores», lamenta Francisco Alurralde, quien el 2 de enero fue despedido de su puesto en la Secretaría de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, donde se desempeñaba hace 14 años. Alurralde fue echado por la cartera conducida por Jorge Triaca luego de participar en la movilización contra la reforma previsional del 18 de diciembre, cuando fue golpeado, herido con balas de goma y detenido por la Policía Federal. Ante la consulta de la Junta Interna de ATE sobre los argumentos de despido, las autoridades del Ministerio le dijeron a los delegados que se trataron de órdenes “de arriba”.
Frente a esta situación, ATE inició una campaña para denunciar el «despido persecutorio» de Alurralde, que fue acompañada por una nutrida junta de firmas entre los compañeros y compañeras del trabajador cesanteado por la cartera de Triaca. “Es increíble que sea justamente en el Ministerio de Trabajo donde ocurran estas cosas. Se trata de un despido totalmente arbitrario que me deja en una situación muy complicada, ya que tengo una familia que mantener y conseguir otro trabajo en este contexto se hace muy difícil».
Alurralde fue uno de los más de 40 detenidos en la cacería desatada por la Policía de la Ciudad y la Federal durante la segunda y masiva protesta contra la reforma previsional. Al igual que el resto de los detenidos, se le abrió una causa penal «sin ninguna prueba, mientras se lanzó en los medios una campaña de estigmatización donde, junto con otros trabajadores estatales, fue presentado como un ‘agitador violento'», describió en un comunicado la Junta Interna de ATE.
«Apenas salí del subte fui violentamente detenido, luego de agacharme a buscar mis anteojos y recibir impactos de balas de goma. Una vez en el piso fui maltratado por la policía e inclusive recibí otro disparo de bala de goma a corta distancia y por la espalda», recordó el trabajador al narrar la situación que atravesó aquel 18 de diciembre y lamentó: «Lo único que hice fue querer estar presente en un reclamo junto a tantos otros trabajadores del organismo y a miles de ciudadanos en defensa de nuestros jubilados».
Tras ser víctima de la represión policial, Alurralde se encontró el primer día hábil de 2018 sin poder acceder a su puesto de trabajo, «sin mediar aviso previo ni causal de despido», denunció la Junta Interna del gremio, mientras que las explicaciones dadas a los delegados del Ministerio de Trabajo fueron «son órdenes de arriba». «Hasta el día de la fecha ninguna autoridad política ha querido dar más explicaciones sobre el caso. Hoy Francisco sigue en la calle», denunció ATE.
«La solidaridad de todas y todos los compañeros del sector es absoluta, de inmediato firmamos una nota pidiendo su reincorporación, ya que conocemos a Francisco y sabemos qué clase de trabajador y compañero es», destacó Lisandro Rodriguez Cometta, delegado de ATE y compañero de trabajo de Francisco, y analizó que «con este tipo de medidas buscan amedrentar, hacer sentir miedo para que ni siquiera haya manifestaciones de forma pacífica”.