Política Provincial

Santa Fe también apuesta a realizar obras con participación privada

El gobierno enviará a la Legislatura una iniciativa similar a la que lanzó la Nación. Busca atraer a bancos y constructoras de la región

 

El gobierno provincial tiene listo un proyecto de ley denominado Proyectos de Asociación Estratégica (PAE), similar al esquema de Participación Público Privada (PPP) lanzado el año pasado por el gobierno de Mauricio Macri y que existe desde hace tres décadas en otras partes del mundo. La propuesta santafesina está pensada para que sea «atractiva y accesible» a bancos o sistemas de financiamiento locales y constructoras de la región con al idea de desarrollar obras de infraestructura en sociedad con el Estado.

Así, la envergadura de los planes que podrían estar en danza les permitirá participar en forma directa en la construcción y mantenimiento de rutas y caminos, hospitales o cárceles, que son algunas de las potenciales opciones a incluir en esta modalidad de desarrollo de obras públicas. Así lo confirmó a LaCapital el ministro de Economía provincial, Gonzalo Saglione, que de todos modos apunta a que en la Legislatura —tras el receso de verano— avance con la aprobación de los pedidos de endeudamiento destinados al desarrollo de obras clave de infraestructura para el movimiento logístico de la producción en la ciudades y en el aeropuerto de Fisherton.

Financiamiento local

El ministro explicó que la apuesta es a que los PAE se logren «con financiamiento local de las inversiones privadas» y sea una alternativa financiera a otras opciones que ofrecen los distintos niveles de Estado en materia de bonos y letras, pero con impacto en la actividad económica.

«Sería un cambio de mentalidad importante», coincidieron en señalar referentes del sector privado relacionado con los negocios financieros, agrícolas y de la construcción. Actores de la Bolsa de Comercio de Rosario y el Rofex (mercado a término) son vistos, además de los bancos, como posibles facilitadores en la articulación de fondos para la creación de productos que, a su vez, sirvan para el financiamiento de obras públicas encaradas con riesgo privado.

Vale recordar que a lo largo de las últimas décadas funcionarios y empresarios señalaron la importancia que tendría ligar los excedentes del campo con proyectos que motoricen aún más la actividad económica en la región.

Saglione señaló que la iniciativa, que podría ser enviada en breve a la Legislatura santafesina, evita alguna de las cláusulas controversiales que incluyó el PPP a nivel nacional. Por ejemplo, la denominada «prórroga de jurisdicción», que establece que en casos de litigios la disputa pueda ser llevada a tribunales arbitrales extranjeros.

Nuevas figuras

El ministro indicó que «se trata de un marco normativo que permite nuevas figuras de contratación», al tiempo que aclaró: «No tenemos un paquete predeterminado de proyectos a ejecutar bajo esta modalidad». Pero podrían incluirse hospitales, cárceles, rutas y caminos rurales, entre otras ejecuciones.

En el caso de la gestión nacional se armó un paquete de obras por 26 mil millones de dólares, desdoblados por etapas y que el propio Macri publicitó la semana pasada en su gira por Europa. En la primera, de 7.000 millones de dólares, se incluyó la reconversión de la A012 en autopista, el tercer carril en la traza que va a Buenos Aires y una variante de la ruta 11, a la altura de los puertos de Timbúes y San Lorenzo. Además, se intervendrán los accesos a los puertos del Gran Rosario.

El interés que podría despertar la variante que impulsa la gestión de Miguel Lifschitz es la escala, admitieron los empresarios consultados. Es que el paquete de Nación requiere de una espalda económico financiera a la que sólo pocas constructoras nacionales pueden arriesgarse, y casi ninguna entidad financiera. Por eso, unos y otros salieron en el último año y medio en búsqueda de socios extranjeros. Fondos por el mundo sobran, lo que escasea es la confianza a la historia económica del país. Así lo explicaron desde dos grandes grupos locales que tienen negocios financieros y de construcción: «Con uno o dos puntos de diferencia en la tasa de retorno es difícil convencer a un inversor para que se quede por un proyecto a cinco o diez años».

Por eso reconocieron que proyectos de 300 o 500 millones de pesos, como podrían ser los ofrecidos por la provincia, se convertirían en atractivos, ya que podría ser una opción en la diversificación de riesgos. «Si sale bien ganaron y si sale mal era parte del riesgo asumido», sentenciaron.

Las experiencias de las PPP en el mundo muestran resultados disímiles y no exentas de críticas, como las que surgieron en Inglaterra —la cuna de este sistema de financiamiento— sobre los costos para el Estado con la quiebra de Carillion, la segunda mayor constructora del Reino Unido.

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