La empresa de maquinaria agrícola Vassalli llegó a un acuerdo con sus 288 operarios representados por la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) luego de casi cuatro meses de conflicto laboral por sueldos impagos y deudas en concepto de aportes sindicales. El entendimiento entre las partes, que fue rubricado ante el Ministerio de Trabajo de Santa Fe, dispone la reducción de la jornada laboral de 8 a 4 horas durante los próximos seis meses, en los cuales los trabajadores percibirán la mitad de sus ingresos. Además, la firma que está en manos desde hace un año y medio de un empresario avícola entrerriano se comprometió a saldar los sueldos caídos en el mismo plazo. “Lamentablemente, los trabajadores siempre somos socios en las desgracias”, dijo el titular del gremio, Diego Romero, mientras que el abogado de la UOM Rosario, Pablo Cerra, destacó que “lo más importante de todo es que el lunes la empresa va a estar abierta, que es lo que queríamos todos, con los 280 trabajadores adentro”.

El entendimiento entre las partes quedó rubricado en un acta del Ministerio de Trabajo, que a petición del gremio enviará un veedor a la planta fabril de Firmat por los próximos seis meses, como garante del acuerdo alcanzado. La decisión de aceptar la continuidad en las condiciones establecidas estuvo en cabeza de la asamblea de trabajadores, que la aprobó por unanimidad.

“El lunes 6 los trabajadores se presentarían en su totalidad a trabajar, que era el mandato que nos dio la asamblea, que sí o sí que querían que entren todos”, dijo Romero tras la firma del acuerdo. “Cabe recordar que la propuesta de la empresa era que entraran solamente 56 y así escalonado hasta el año que viene. Los trabajadores como mandato nos dieron que sí o sí entraban todos o no entraba ninguno, así que pudimos lograr y consensuar con la empresa de que el día lunes se presenten los 280 a trabajar”.

El dirigente sindical también puntualizó que el acuerdo contempla que regresen a sus tareas los cuatro delegados que habían sido cesanteados con un “intento de desafuero, que tampoco fueron desafueros, porque estaban mal hechos”. La decisión trae alivio a la comunidad de la localidad del sur de Santa Fe, que respira junto a la fábrica fundada por Roque Vassalli.

En cuanto a las particularidades del entendimiento, Romero explicó que “las condiciones y el acuerdo son que los trabajadores van a ingresar con la jornada reducida de 4 horas, que es lo que la empresa estaba pidiendo, sólo que la empresa pedía 8 meses y nosotros lo recortamos en 6 meses”.

La deuda

El abogado Cerra explicó que “como en todos los conflictos colectivos, a veces se hace de la norma un chicle para poder encontrar la solución. La realidad es que los trabajadores han resignado muchos derechos para poder acceder a esta situación, en función de lo que la empresa manifestaba que no podía hacerlo de otra manera. El gremio ponderó fundamentalmente la conservación de los puestos de trabajo”.

El representante legal de la UOM señaló que “en el aspecto salarial, el tema del pago de la deuda va a ser en seis meses. Dentro de estos seis meses, con un pago mínimo de 500.000 pesos para cada uno de los trabajadores, y que eso se puede ir achicando en función de la salida de maquinaria, donde justamente la veeduría del Ministerio va a chequear esas situaciones para poder ir adelantando el tema del pago de la deuda”.

El metalúrgico Romero, por su parte, añadió que “la empresa proponía pagar la deuda salarial atrasada en cómodas cuotas, a partir de abril del año que viene”. Sin embargo, en la negociación “hemos logrado que se empiece a pagar ahora de lo inmediato en 6 cuotas, que los trabajadores el día lunes cuando entran a trabajar ya tienen que tener 500.000 pesos como adelanto de la primera”.

Estrategia del garrote

En medio de largo conflicto por los salarios impagos, la empresa acudió a los servicios de la senadora provincial bonaerense de La Libertad Avanza (LLA), la ex encargada de seguridad del Club Atlético Independiente (CAI), Florencia Arietto. De inocultable perfil antisindical, la estrategia trazada por la abogada “mediática” -como la llamaron los obreros- consistió en combinar publicaciones en la red social Tik Tok con denuncias penales a las representaciones gremiales.

El objetivo era separar a los trabajadores de la conducción de la UOM de Firmat y de los delegados de fábrica, para lo cual Arietto transpoló el método empleado en la Ciudad de Buenos Aires y aplicado a dirigentes previamente construidos como “malignos”, como el camionero Hugo Moyano o el constructor Juan Pablo “Pata” Medina.

En Tik Tok, Arietto denunció a la “mafia sindical” de los hermanos Romero, que conducen la delegación Firmat de la UOM, sin advertir las diferencias entre el centro porteño y una pequeña ciudad de 25 mil habitantes del sur de Santa Fe, en la que los dirigentes y dirigidos realizan las compras en los mismos comercios y sus hijos comparten aula en la escuela.

También intentó desconocer la autoridad del Ministerio de Trabajo de Santa Fe para la intervenir en la materia y procuró llevar el conflicto a la Secretaría de Trabajo nacional, donde las patronales se sienten más representadas por el Estado. Pero el resultado no fue el esperado, para la empresa. Los trabajadores echaron de una asamblea a Arietto.

La semana pasada, Vassalli cambió de representante y de estrategia y, tras faltar sin aviso a varias reuniones de conciliación obligatoria convocadas por la cartera laboral, se presentó el abogado y consultor Leonardo Giletta, con una propuesta que resultó rechazada por la asamblea de trabajadores. Sin embargo, fungió como el puntapié que siete días después alumbró el acuerdo alcanzado ayer.