Para el representante estudiantil, esos son los “no reinscriptos”. La respuesta oficial es que esos datos aún ni siquiera fueron procesados
Un representante estudiantil ante el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Cristian Fdel, afirmó ayer que durante 2017 se disparó la deserción en las facultades: de los 12 mil alumnos promedio que no se venían reinscribiendo de un ciclo lectivo para otro en los últimos años, en el último se pasó a 19.500, algo que interpretó como una “hecatombe”. Sin embargo, las autoridades de la UNR pusieron más que en duda ese número. La secretaria de Planeamiento, Silvana Calvo, de quien depende el área de Estadística, lo relativizó con dos argumentos: que los datos correspondientes a 2017 no fueron todavía “ni sistematizados, ni procesados”, y que varias de las facultades, entre ellas Ingeniería, no exigen que sus alumnos se reinscriban. El propio rector, Héctor Floriani, pidió esperar a tener “información fehaciente”, pero desde ya opinó que esa caída de alumnos era “extremadamente improbable”.
A fines del año pasado, la UNR cambió su página web y desde entonces no están accesibles los boletines estadísticos que siempre aparecían publicados en el sitio, un problema que impidió clarificar los números de la polémica incluso a los propios funcionarios de la Universidad.
Con todo, los últimos datos disponibles, publicados el año pasado pero en rigor correspondientes a 2016, sindican que en la UNR estudian 93.302 alumnos, entre los niveles de pregrado, grado y posgrado.
Por eso, si fuera verdad que 19.500 de ellos no se reinscribieron de un año para otro, el porcentaje sería realmente altísimo: el 21 por ciento. Lo que permitiría suponer que un estudiante de cada cinco abandona.
“No es nada tan raro: en 2015 en la carrera de Odontología abandonaron dos de cada cinco ingresantes”, recordó ayer Fdel, consejero estudiantil superior por el Movimiento Evita.
El dirigente contó que para tener más información a la hora de discutir el presupuesto universitario para este año, aprobado el 20 de diciembre pasado, recabaron datos en la Dirección de Estadística y allí se toparon con ese número, que “saltó” de un promedio de 12 mil estudiantes no reinscriptos en años previos a 19.500 entre 2016 y 2017.
“Incluso, nadie me discutió ese dato cuando lo dije a viva voz y frente al propio rector en la sesión del Consejo que debatió el presupuesto, planteando que había que hacer algo frente a un número tan alarmante”, afirmó Fdel.
El dirigente estudiantil atribuyó esa drástica caída a una “hecatombe económica” causada por diversos factores: alza de los alquileres por arriba incluso de la inflación o los ajustes salariales, incrementos en servicios y expensas, necesidad de trabajar (más tiempo o por primera vez si antes no lo hacían) y en la mayoría de las facultades una única banda horaria de cursado, en vez de disponer comisiones a la mañana, tarde y noche. Un combo que definió como “expulsivo”.
Y de hecho, como apenas el
47 por ciento de los estudiantes es de Rosario, es probable, razonó, que muchos jóvenes procedentes de otras localidades hayan debido “volver a sus pueblos”.
En ese marco, adelantó que exigirán a nivel nacional que se actualicen las becas Progresar, ya que desde que se implementaron nunca fueron actualizadas y hoy muestran un “atraso del 150 por ciento.
Pero las autoridades no dieron mayor crédito a esos números. El propio rector dijo que era “extremadamente improbable” que entre un año y otro se haya dado esa alteración estadística.
“Lo veo como un número bastante mentiroso”, opinó por su parte Calvo, quien se comprometió a analizar a partir de hoy toda la información estadística junto al área específica para confirmar o refutar el fenómeno.
Prima facie, la funcionaria objetó el número desde dos puntos de vista.
Uno, por el hecho de que “el boletín estadístico sale una vez al año y el último es el de 2016, publicado en septiembre de 2017”, con lo cual vio difícil que el consejero haya podido acceder a información de ese año.
La otra objeción apuntó más bien a la lectura del dato, ya que conjeturó que en caso de haber realmente tantos menos reinscriptos simplemente podría deberse a que algunas facultades dejan de exigir el trámite de reinscripción anual a sus alumnos.
“De hecho, la UNR no tiene ningún indicio” de una deserción semejante, sostuvo Floriani, y prometió “información fehaciente” en los próximos días.
concurrencia. La Facultad de Medicina es una de las casas de estudios donde más estudiantes asisten.