Funes: reclaman a un colegio la expulsión de los agresores de un alumno
Una multitud se concentró frente al colegio de Funes para exigir sanciones ejemplares tras la golpiza a Luciano, un alumno de 16 años que fue atacado a patadas y golpes por tres compañeros. La familia denuncia que el hecho fue planificado y reclama que el joven pueda volver a clases sin sus agresores.
Una concurrida manifestación se plantó este lunes frente al Colegio María Auxiliadora, en la ciudad de Funes, para exigir a la dirección del establecimiento la expulsión de los alumnos que el miércoles de la semana pasada atacaron a golpes y en manada a un estudiante del 3º año, agresión que le causó lesiones de importancia y un estado emocional que le impide reanudar su cursado.
“Luciano está muy golpeado, mal psicológica y moralmente, con ataques de pánico. Siente miedo de volver al colegio mientras sus agresores sigan allí”, contó su padre a los medios convocados frente al colegio. Su padre, en tanto, describió que el ataque fue “en manada y a traición”. “Lo esperaron en el pasillo, lo tiraron al piso y lo molieron a patadas en todo el cuerpo. Recién un compañero logró pedir ayuda porque no había preceptores cerca”, relató.
Otros padres y familiares de alumnos, adultos y jóvenes hicieron visible su malestar, y desde los carteles exigieron que la dirección del colegio aplique la máxima sanción que permite la normativa. Máxime cuando dos de los agresores ya tienen un antecedente similar.
“Queremos que Luciano pueda volver al aula, pero sin los agresores presentes. El colegio debe proteger a quienes van a estudiar y no a quienes van a agredir”, concluyó la familia del joven.
El alumno agredido tiene 16 años y todavía se repone de los politraumatismos en cráneo, torso y rostro, fruto de trompadas y patadas que le prodigaron al menos tres adolescentes.
Hay una denuncia penal asentada en la comisaría 23ª, y la correspondiente causa judicial abierta. Pero además, la comunidad exige que la escuela aplique la normativa vigente. La agresión habría sido premeditada, y como consecuencia de un partido de fútbol entre alumnos. El padre de Luciano contó que la Dirección del colegio dispone de copias y transcripciones de mensajes de whatsapp que prueban la premeditación del ataque.
“No fue una pelea entre chicos, fue una agresión cobarde y premeditada. El director tiene las pruebas y la potestad legal para actuar. Pedimos que se cumpla la normativa y se expulse a los responsables”, reclamó una madre durante la concentración.
