Aunque asumió la presidencia de la EPE, Rodríguez sigue al mando de Assa hasta que se acepte su renuncia. En su nuevo cargo, se propone profundizar los cambios ya iniciados en la gestión, con foco en la modernización, mayor control y eficiencia.

Anahí Rodríguez asumió la presidencia de la EPE, pero sigue al mando de Assa hasta la aceptación de su renuncia.
Anahí Rodríguez se encuentra en un escenario único y posiblemente inédito para la historia de Santa Fe: actualmente se encuentra al frente de las empresas públicas más importantes de la provincia de Santa Fe, como son Aguas Santafesinas y EPE.
Desde el 4 de enero, asumió la presidencia de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), mientras que aún mantiene su cargo como presidenta de Aguas Santafesinas S.A. (Assa).
La razón de esta doble función radica en un proceso legal que obliga a esperar la aceptación formal de su renuncia al directorio de Assa, presentada el 30 de diciembre.
Rodríguez aclaró que la renuncia será efectivizada el 28 de enero, en la asamblea de accionistas de la empresa, donde el Estado provincial, como accionista mayoritario, dará su aprobación definitiva.
“La renuncia a Assa es un proceso que sigue plazos legales, dado que se trata de una sociedad anónima. A fines de enero, Renata Ghilotti asumirá definitivamente como nueva presidenta, mientras tanto, Alfredo Mena, vicepresidente de Assa, está cumpliendo con las funciones que me competían”, explicó Rodríguez en declaraciones al pograma “De10”, que se emite por LT10.
Nuevos desafíos y objetivos en la EPE
Ya al frente de la EPE, Rodríguez definió las prioridades para el 2025. En primer lugar, destacó la importancia de continuar con la modernización de la empresa y el fortalecimiento de los controles internos.
En este sentido, la presidenta subrayó que uno de los avances más significativos de la EPE fue la instalación de sistemas GPS en más de 1.200 vehículos, lo que permitió un ahorro del 15% en el consumo de combustible, a pesar de haber sumado 200 vehículos a la flota.
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Rodríguez también recordó que la EPE está trabajando en una licitación por más de 2.200 millones de pesos para la implementación de un sistema de control biométrico.
“Queremos que el control sea total: lo que antes se hacía con papel y lápiz, ahora se hará con huella dactilar y reconocimiento facial. La transparencia y el orden son fundamentales para mejorar la eficiencia”, señaló Rodríguez, quien subrayó que esta medida marcará un antes y un después en el funcionamiento de la empresa.
Preparación para un verano exigente
En cuanto al contexto estacional, de verano y con temperaturas extremas, Rodríguez reconoció los desafíos que representa la alta demanda de energía en verano.
En primer lugar advirtió que la EPE compra energía a la Nación y depende de este suministro. Por otro lado, aseguró que la empresa se encuentra bien preparada para hacer frente a las posibles situaciones de crisis.
“Estamos en contacto constante con las autoridades nacionales para conocer las restricciones, pero hemos reforzado el personal y contratado generadores. Además, estamos monitoreando el consumo en tiempo real para poder adelantarnos a cualquier contingencia”, detalló.
Rodríguez también destacó que, a diferencia de Aguas Santafesinas, que produce y distribuye agua las 24 horas, la EPE enfrenta una dependencia del mercado energético que hace necesario tomar medidas preventivas más complejas.
Proceso de transición en Aguas Santafesinas
Aunque su renuncia aún no ha sido formalizada, Rodríguez sigue al tanto de los proyectos en Assa y se muestra optimista respecto a la transición hacia la nueva presidencia de Renata Ghilotti.
“Las obras en Aguas Santafesinas continúan con total normalidad. Hemos dado inicio a proyectos históricos como la renovación de la cloaca máxima de Santa Fe, una obra sin precedentes en América Latina. Esta intervención es fundamental para mejorar la infraestructura sanitaria de la ciudad”, indicó Rodríguez.
Rodríguez también destacó otras importantes obras que están en marcha, como la renovación de las cañerías de más de 100 años en las principales redes de agua de la provincia. Este proyecto, con una inversión de más de 87 millones de dólares, se considera un cambio estructural en el sistema de distribución de agua.
“Las obras que estamos llevando adelante en Rosario y Santa Fe son inversiones históricas que cambiarán para siempre la infraestructura de Aguas Santafesinas. La renovación de cañerías es una muestra del compromiso de la empresa con la modernización y la calidad de los servicios”, agregó.
También profundizó sobre los esfuerzos realizados para optimizar los recursos de Assa. “En Aguas Santafesinas encontramos un gran desorden, tanto en el control de personal como en el uso de recursos. A través de un trabajo exhaustivo, logramos ahorrar más de 25.000 millones de pesos, que han sido invertidos en obras fundamentales para la provincia”, explicó Rodríguez, quien añadió que la eficiencia y el control son claves en su gestión.
La presidenta de Assa destacó que, en su gestión, se eliminó el pago de un bono a los trabajadores. “El control no solo mejora la eficiencia, sino que también garantiza la transparencia. Todos los ahorros que logramos son reinvertidos en obras que beneficiarán a todos los santafesinos”, subrayó.