El ex vicepresidente dirigió unas palabras a los militantes y les hizo un particular pedido.
Uno de los momentos más emotivos, que hasta provocó que Boudou llore, fue cuando éste recordó su paso por un pabellón del penal de Ezeiza, donde estuvo preso hasta el 12 de enero por orden del juez Federal Ariel Lijo. Otro de los presentes, según publicó Clarín, fue el ex vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto,
“No hay nada que festejar mientras haya un solo compañero preso político en Argentina” , afirmó Boudou.
Al grupo de personas que se acercó a escucharlo, pidió: “Tenemos que hablar más, salir a decir nuestra verdad en todos los rincones. Nos están tapando las voces con la persecución y un entramado judicial acompañado de los medios”.
“Pasamos doce años consolidando y consagrando derechos y ahora los están destruyendo”, cerró.