—Son las cinco de la tarde— susurró Ana.

—¿Cómo lo sabés?— preguntó Emilce desde la celda de al lado.

—Por la proyección del sol en la pared. Se forma un ángulo, y con trigonometría mido el seno y el coseno. Así lo calculo. Estudio astronomía.

Ana Diego y Emilce Moler siguieron hablando un rato más de celda a celda en el Pozo de Quilmes. Se habían levantado las vendas y miraban por las ventanitas de las puertas de los calabozos que daban a un paredón. Un día se llevaron a Ana. Emilce nunca más supo de ella. Pero aquel intercambio quedó grabado: la trigonometría, entendió, también podía usarse para resolver problemas cotidianos.

Ese recuerdo flotó en la tardecita del 3 de diciembre en el parque de la Quinta de Funes, mientras el sol cedía el cielo a las estrellas. Entre mosquitos y una brisa fresca, se abrieron reposeras y se extendieron lonitas para escuchar la historia de dos mujeres que dejaron una huella luminosa en el saber astronómico del país: Ana Teresa Diego y Miriani Pastoriza.

El evento se realizó en la Quinta de Funes (ver nota principal) que hace unos meses comenzó a recibir de forma más asidua a la comunidad local con actividades abiertas y que pronto se transformará en un lugar con las condiciones edilicias aptas para recordar, reflexionar y mantener viva la memoria.

En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la Mesa Promotora Quinta de Funes, junto al equipo de Feminidades y Ciencia de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la UNR, presentó “Mujeres del Sur que se atrevieron a mirar”. La actividad, que incluyó arte, poesía y observación astronómica, rescató las historias de dos mujeres atravesadas por la persecución de la última dictadura cívico-eclesiástico-militar.

Nacida en Santiago del Estero en 1939, Miriani Pastoriza descubrió su pasión por las estrellas en las noches de verano, cuando su madre acomodaba las camas bajo el cielo abierto para paliar el calor. Esa curiosidad la llevó a estudiar astronomía en la Universidad Nacional de Córdoba, donde se convirtió en la primera mujer graduada en esta disciplina y la segunda en doctorarse en astronomía en Argentina.

Junto a su mentor, José Luis Sérsic, realizó un descubrimiento que cambió la astronomía: los “núcleos de Pastoriza”, estructuras donde nacen nuevas estrellas en galaxias espirales. Este aporte dio lugar a una nueva clasificación de galaxias, conocida como Sérsic-Pastoriza.

Sin embargo, la dictadura interrumpió su carrera: fue cesanteada de la UNC en 1976 y vetada de todas las universidades del país. Obligada al exilio, encontró refugio en Brasil, donde lideró investigaciones astrofísicas en la Universidad Federal de Río Grande del Sur. Su legado trascendió fronteras, y en 2018, la UNC le otorgó el doctorado honoris causa, reconociendo su impacto en la formación de nuevas generaciones de astrónomos.

Ana Teresa Diego, estudiante de astronomía en la Universidad Nacional de La Plata, tenía apenas 21 años cuando fue secuestrada y desaparecida en 1976. Militante política comprometida, fue víctima de la represión que silenció los sueños de una generación.

Una compañera de cautiverio recuerda cómo Ana usaba sus conocimientos de física para deducir la hora analizando la proyección del sol en un paredón. En 2011, la Unión Astronómica Internacional rindió homenaje a su memoria al nombrar un asteroide, Ana Teresa (11441), como símbolo de su pasión y resistencia.

“Conocer estas historias de vida inspiran a seguir apostando por la educación pública, por la construcción de una ciencia nacional para todes y una comunidad libre de violencias”, afirmó Mariela Cirelli, miembro del equipo de Femeneidades y Ciencia de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura. Y agregó: “Preparar una actividad en un espacio de memoria para todas las edades fue un desafío muy grande”.

La actividad reunió a vecinas y vecinos en un recorrido que incluyó observación astronómica, poesía y música. Bajo la guía de las constelaciones, los participantes buscaron la Cruz del Sur como una metáfora de orientación y resistencia.

“Comenzamos con la premisa de las Mujeres del Sur que se atrevieron a mirar, y terminamos preguntándonos: ¿qué cielo miramos hoy?”, reflexionó Silvia Barzola, directora de Derechos Humanos y Género de la Municipalidad de Funes y miembro de la Mesa Promotora.

Además, se recordó a las 159 mujeres víctimas de femicidios en la provincia de Santa Fe en 2024 con pequeños carteles con sus nombres que fueron colocados en el parque.