La «Vichacruel» le quiere sacar la dieta a los senadores antes de la Navidad y el Gobierno se opone
La vicepresidenta Victoria Villarruel, rodeada de asesores sin peso político y con una creciente dificultad para mantener el control del Senado, intenta dar un gesto de austeridad en medio de la presión social por los incrementos salariales de los legisladores.
En un intento por reducir las dietas de los senadores, Villarruel solicitó a los legisladores de La Libertad Avanza que formalicen un pedido de sesión para desvincular las dietas de los senadores del aumento salarial del personal legislativo, una medida que podría aliviar el malestar popular. Sin embargo, esta propuesta ha encontrado resistencia incluso dentro de su propio espacio.
El líder libertario Bartolomé Abdala, uno de los pocos senadores de La Libertad Avanza que aún mantiene lealtad a la vicepresidenta, se mostró reacio a apoyar la propuesta, temiendo que esta decisión pudiera costarle el apoyo de sus pares.
Abdala, consciente de las tensiones internas y las maniobras políticas en curso, consideró que someterse a lo que percibe como un «capricho» de Villarruel podría ser perjudicial, especialmente cuando tanto la Casa Rosada como la oposición buscan desplazarlo de la línea de sucesión en el Senado.
En medio de este contexto, el Senado se encuentra casi vacío, con la mayoría de sus miembros fuera de la ciudad o en destinos vacacionales. A pesar de esto, Villarruel persiste en su idea de convocar una sesión entre Navidad y Año Nuevo, argumentando que son días hábiles que podrían aprovecharse para resolver la cuestión.
Según fuentes cercanas al Congreso, esta propuesta no cuenta con el apoyo de muchos senadores, quienes consideran innecesario un debate en plena festividad.
Ante la posibilidad de una sesión polémica, el senador salteño Juan Carlos Romero sugirió una alternativa más discreta: evitar la sesión mediante una nota firmada por todos los jefes de bloque que informe a la Secretaría Administrativa, encabezada por María Laura Izzo, que los senadores mantendrán sus ingresos sin aumentos.
Esta solución pasaría desapercibida en los medios, evitando el escándalo y eximiendo a los legisladores de tener que asistir a una sesión en una fecha tan insólita.
Con esta propuesta, Romero busca evitar el enfrentamiento público y la creciente crítica social que podría surgir si los senadores debieran justificar el cobro de dietas más altas en un contexto de crisis económica. Sin embargo, la falta de consenso entre los diferentes bloques, incluso dentro de La Libertad Avanza, muestra las dificultades políticas que enfrenta Villarruel para implementar una medida que busque mejorar la imagen del Senado frente a la ciudadanía.
