«Ni guerra ni excesos, terrorismo de Estado»
Madres, Abuelas, activistas de derechos humanos y las primeras líneas del gobierno repudiaron la negación de los 30 mil del candidato de LLA y desenmascararon su reivindicación del genocidio.
El discurso del candidato a presidente de la Libertad Avanza, Javier Milei, pasó del negacionismo y de relativizar lo que ocurrió durante la última dictadura cívico-militar, a repetir casi de manera calcada discursos y argumentos usados por dictadores como Jorge Rafael Videla y Emilio Massera. Ellos hablaron de «guerra» y de «excesos» para intentar justificar el genocidio ocurrido tras el último golpe de Estado. Milei los siguió: “Durante los 70 hubo una guerra en la que las fuerzas del Estado cometieron excesos”. Así definió los aberrantes crímenes de la dictadura en medio del debate presidencial. Como si fuera poco, el liberal machacó con una idea que en otras ocasiones también pusieron sobre el tapete dirigentes de Juntos por el Cambio. Dijo que “no fueron 30 mil los desaparecidos” sino «8753», una vieja cifra de la Conadep, expresamente señalada como provisoria por sus integrantes, y que, además, fue superada hace años. Desde el Gobierno y los organismos de derechos humanos salieron a repudiar las posturas que reivindican e intentan justificar el terrorismo de Estado.
La Secretaría de Derechos Humanos encabezada por el nieto recuperado Horacio Pietragalla Corti adelantó que en las próximas semanas publicará «un informe sobre el universo de las víctimas del terrorismo de Estado que contribuirá a desmontar estas posturas negacionistas». Las frases de Milei, subrayaron, «nos retrotraen a los discursos que la propia dictadura utilizó para justificar un genocidio y que luego emplearon los responsables de esos crímenes para buscar impunidad».
«En la Argentina no hubo una guerra ni hubo excesos. Hubo un Estado terrorista que planificó y ejecutó una matanza para imponer un modelo económico, eliminando a toda disidencia política», expresó la Secretaría en un comunicado. Sobre la duda que Milei quiere instalar en torno al número de desaparecidos, la Secretaría aclaró que «el número total de detenidos-desaparecidos y de víctimas del terrorismo de Estado no se conoce por el carácter ilegal y clandestino que tuvo el accionar del Estado. Por eso siempre será indeterminado, está en construcción y crece permanentemente».
Los dichos del libertario fueron comparados en las redes con los del dictador Emilio Massera, por ejemplo, durante el Juicio a las Juntas de 1985, es casi idéntico. Ambos hablan de «guerra», y de «excesos». También lo hizo el dictador Jorge Rafael Videla, el 9 de septiembre de 1977, como recordó la periodista Luciana Bertoia cuando se reunió con el presidente James Carter en los Estados Unidos y en un archivo desclasificado se puede leer que Videla hablaba de «excesos o abusos de poder».
Milei, lejos de arrepentirse de sus dichos, el lunes volvió a refrendarlos en declaraciones radiales en la que reforzó que «no se puede construir desde la mentira», y que referir una cifra diferente a la de 30.000 detenidos desaparecidos «no es negar sino buscar la verdad».
La referenta de los organismos de derechos humanos y presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, expresó que «el pueblo tiene que despertar», y que «aunque pensemos distinto en algunas cosas hay que preguntarse si todos queremos que este mentiroso, que mancha la historia de nuestro país, sea Presidente». «No puede ser», dijo. Además, expresó que Milei «ofende de una manera brutal a familias que hemos quedado sin nuestros hijos, y a las abuelas que tenemos un doble dolor».
En diálogo con Página12, Taty Almeida, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, añadió: «Nada se puede esperar de este personaje que, no sólo es negacionista, sino que él y su compañera de fórmula reivindican e intentan justificar el genocidio». «Es un dúo espantoso y lamentable porque permanentemente están faltando el respeto a la memoria de nuestros hijos y sus 30 mil compañeros», reforzó. Para la Madre de Plaza de Mayo también fue muy doloroso que se cuestione la cifra: «Son 30 mil y cada día se presentan más casos que no estaban denunciados», afirmó.
«Las Madres repudiamos totalmente que sigan estos individuos negando y reivindicando el genocidio que ocurrió en nuestro país y que quede muy en claro que no hubo excesos. Los militares del proceso son todos asesinos«, dijo la luchadora de 93 años para luego comenzar con una dolorosa enumeración: «¿De qué excesos nos habla? Dios mío. ¿Tirar a las Madres, a las monjas francesas y vaya a saber cuántos más vivos al mar en los vuelos de la muerte consideran que fue una guerra? ¿Torturar embarazadas hasta que tuvieron a sus bebés para después robárselos y matarlas es una guerra? ¿Esos son los ‘excesos’ de los que hablan? A nuestros hijos los torturaron y murieron bajo los efectos de las cosas horribles que les hicieron y ahora tenemos que soportar estas cosas», remarcó con indignación. Por último, recordó a los jóvenes asesinados durante la Noche de los Lápices, sólo por ser militantes, y a las víctimas de la masacre de San Patricio, en la que fueron asesinados tres sacerdotes y dos seminaristas palotinos. «Hay tantos casos y ellos tienen el tupé de no reconocer que hubo un genocidio. Es lamentable», concluyó.
El jefe de gabinete Agustín Rossi también habló sobre las declaraciones de Milei. Recordó que en el debate de vicepresidentes él había dicho que La Libertad Avanza “es un espacio político sin compromiso con la democracia», y que «ni Milei ni (Victoria) Villarruel usan la palabra ‘dictadura’, y prefieren denominarlo como ‘gobierno militar'». Además, sobre la cifra, Rossi recordó que existe un documento desclasificado del Gobierno de Estados Unidos del año 1978 en el cual los militares argentinos reconocen que en dos años hicieron desaparecer a 22 mil argentinos. «Si en tres años hicieron desaparecer a 22.000, uno puede determinar ese número de 30.000. Pero utilizan esa discusión para descalificar la lucha de los organismos y porque buscan la reivindicación de los victimarios», puntualizó.
El presidente Alberto Fernández, que vio el debate desde la Quinta de Olivos, también posteó en sus redes sociales una foto con la consigna «Nunca Más». «Resulta insostenible que alguien siga negando y justificando la dictadura genocida que torturó, asesinó, robó bebés, generó desapariciones y condenó al exilio a miles de argentinos», expresó. Desde el gobierno consideraron que en el tema de derechos humanos se volvió a ver «que Milei es el original y Bullrich la segunda marca o la copia«, porque «los dos tienen un modelo que cierra con represión, solo que Milei habla como Videla y Bullrich lo disfraza diciendo que está a favor de los gendarmes en el caso de Santiago Maldonado».
También hubo repudios de organizaciones defensoras de derechos como Amnistía Internacional y el Cels. «No fueron ‘excesos’. No fue ‘una guerra’. Fue terrorismo de Estado. La cifra está abierta porque aún hay cuerpos que siguen desaparecidos y porque hay cosas que no sabemos», expresó Amnistía a través de la red X. El CELS indicó que Milei «usó los mismos términos con los que los militares intentaron justificar sus crímenes: ‘guerra’ y ‘excesos'», y que con eso «busca enmascarar una verdad».
Charly Pisoni de H.I.J.O.S, añadió en diálogo con este diario que «no tenemos que naturalizar a quienes tienen discursos que banalizan o minimizan el genocidio, ni tampoco a los que hacen apología del delito como Milei y Villarruel». Además, expresó sobre el cuestionamiento de la cifra de desaparecidos que «no importa el número final. Lo que importa es que se cometieron delitos atroces y así lo ha reconocido el Estado en distintas sentencias judiciales».
«No sabemos la cifra exacta justamente porque nunca nos han dicho la verdad sobre el destino ni qué hicieron con los cuerpos de los desaparecidos. Pero podemos aprovechar esta situación para que personas como Villarruel, que tuvo y tiene contacto fluido con los genocidas, indague sobre las cifras y nos digan dónde están los cuerpos«, remarcó. Por último, Pisoni incitó a fiscales a que denuncien a los candidatos por apología del delito. «Lo que están haciendo no es solo negacionismo, sino apología del delito. Ya que hay tantos fiscales, alguno que escuchó el debate podría actuar de oficio y denunciarlos por eso», concluyó.