Zapatos que no encuentran la salida
Esta cadena de valor padece el descenso del consumo desde 2015 y sólo abastece al mercado interno. El gobierno liberó a frigoríficos a exportar cuero y eso los complicó más.
“Muy comprometido”. Así se encuentra el empleo dentro del rubro calzado santafesino, el sector que, según la ministra de la Producción Alicia Ciciliani, tiene un presente y un futuro bastante oscuro. En diálogo con Rosario/12, el presidente de la Cámara de la Industria del Calzado y Afines de la provincia, Fabricio Procopio, admitió el magro panorama y confió que esa cadena padece “mucha pérdida de puestos de trabajo”. Los derivados del cuero dependen cien por ciento del mercado interno y la merma drástica en el consumo desde que Mauricio Macri asumió la presidencia perjudicó notoriamente las ventas. Retomar el mercado latinoamericano sería una luz de esperanza a mediano plazo.
¿Cuál es el sector más complicado de la economía provincial?, le preguntó este diario a la funcionaria hace cinco días. Su respuesta fue: “El sector del calzado está con complicaciones…en esta cadena de valor hay un problema de retención a los cueros que si se bajan corremos serio riesgo de que empecemos a exportar cuero sin procesar, con lo cual estarían en riesgo fuentes de trabajo de curtiembres, que en la provincia emplean a miles de trabajadores, pero ya estamos trabajando en ese tema”. La ministra informó de reuniones con funcionarios de Nación para proteger la industria regional y evitar la pérdida de empleo.
Pero dentro del propio sector reconocieron que la situación es “bastante comprometida”. Procopio recordó una “baja en el año 2015 de un 30, 40 por ciento en las ventas y recién en octubre de 2017 hubo un pequeño aumento, un poquito”, que no llegó a equiparar los números que venía manejando el sector. “Tenemos mucha pérdida de puestos de trabajo”, se lamentó el presidente de la Cámara.
El sector del calzado emplea en Santa Fe a un millar de trabajadores y detenta el 30% del mercado nacional.
-‑¿Cuál es el problema particular del sector?
-‑El consumo, ese es cien por ciento nuestro problema porque dependemos cien por ciento del mercado interno y eso repercute automáticamente en las ventas. Tenemos índice cero de exportaciones y estamos implementando políticas a mediano plazo para poder retomar el mercado latinoamericano, fuimos a Colombia en agosto y este año vamos nuevamente, pero estamos esperando una reactivación. Lo bueno, por lo menos, es que no siguió bajando el consumo, tuvimos una pequeña reactivación, leve, pero no sigue bajando, que era lo preocupante.
Procopio aduce que la crisis es “coyuntural”. Influyen de manera sustancial las “decisiones que toma el gobierno”, pero asegura que el rubro “ya venía cayendo en 2014 y 2015 producto de un mercado más recesivo”. Pero la caída se incrementó en 2016 “de una forma importante”, a valores muchísimos mayores hasta poner en riesgo la fuente laboral de los trabajadores del rubro. “Está muy comprometido el empleo”, reiteró. “Uno reestructura, achica costos y lo primero que saca es personal, que es costo fijo, buscando un poquito de reactivación”, observó.
Entre mil y 1.200 trabajadores en toda la provincia tiene el calzado y afines. El 70 por ciento de las empresas están concentradas en Rosario, pero también se encuentran “polos productivos importantes” en localidades de la zona como Arroyo Seco y Acebal. Dentro de la torta nacional, Santa Fe representa el 30 por ciento nacional, superando incluso a Córdoba, que “se había achicado mucho”. “Nosotros no nos redujimos tanto como Córdoba, no hemos crecido. Córdoba tuvo un golpe más fuerte de cierre de muchas empresas. Nosotros achicamos estructura, bajamos ventas, pero el nivel y la cantidad de empresas se sigue manteniendo”, señaló Procopio.
El 70 por ciento de las fábricas está en Rosario, pero hay varias entre Arroyo Seco y Acebal.
El gobierno tomó una medida que profundizó las complicaciones del sector. “Se hizo una liberación para que los frigoríficos puedan exportar el cuero salado, cuando antes los únicos que estaban habilitados eran las curtiembres, que le compran el cuero a los frigoríficos, le sacan la grasa y hacen un pequeño teñido para dejarlo en color neutro. Eso se exportaba. Pero ahora el gobierno permite a los frigoríficos que puedan vender la carne sin ningún proceso. Perjudica, habilita jugadores que no estaban en el mercado a poder negociar la materia prima nuestra. El valor agregado que le damos al cuero es un mil por ciento de lo que es venderlo por frigorífico”, detalló Procopio.
Por el momento, el presidente asegura que se encuentran “trabajando con muchas herramientas” junto a los gobiernos provincial y nacional, con el objetivo de comercializar en el mercado fuera del país, para mejorar el producto “y dar un mayor valor agregado y que entre en mayor competitividad con respecto al mercado internacional”. “Ahí está el trabajo de fondo, no ser vulnerable a cualquier producto que entre de afuera, pero la situación es complicada”, cerró Procopio.