“Lo importante es el documento, lo que está escrito, no las fotos que el Tano (Menéndez) se saque”, dice un intendente en una de las tantas charlas en los pasillos del coqueto Amarena boutique hotel, de Costa del Este. Luego agregó: “Si trabajamos bien la unidad tenemos muchas posibilidades de recuperar la provincia el próximo año y lo importante es que el candidato a gobernador será un intendente, ya te firmó que ni Sergio Massa ni Florencio Randazzo tienen alguna posibilidad”.
No quiso dar nombres, pero hoy Martín Insaurralde, jefe comunal de Lomas de Zamora y Verónica Magario de La Matanza tienen posibilidades de serlo, sin descartar para vice un intendente del interior de la provincia.
El Frente Renovador tiene algunos puentes tendidos con el PJ bonaerense, especialmente Julio Zamora, alcalde de Tigre, Felipe Solá y Daniel Arroyo, uno de los especialistas que más sabe sobre la problemática de la pobreza. Massa hoy está afuera de una candidatura ya que viene de dos duras derrotas y sin mucho margen para conducir un proceso en la provincia si no acuerda con Cristina Kirchner. Quizás en un amplio acuerdo podrían obtener la vicegobernación para una figura técnica como Arroyo o Mirta Tundis, la especialista en jubilados.
Florencio Randazzo no tiene peso propio –con todo el apoyo mediático de Clarín- logró un escaso 5 por ciento de los votos y en el peronismo no se olvida que rechazó ser candidato a gobernador en 2015 y no aceptó el primer lugar para la lista de diputados que le ofreció Cristina. “De eso no se vuelve”, dijo un participante de la reunión de San Bernardo. Paralelamente, el Movimiento Evita lo abandonó a Randazzo y está tendiendo puentes con el kirchnerismo y el PJ en general, luego del golpe recibido por jugar con el ex ministro de Transporte.
Insaurralde es hoy una de los posibles candidatos para el 2019, ya que mantiene buena relación con la mayoría de los jefes comunales y también con el kirchnerismo. El jefe comunal ya avisó que solamente sería candidato si hubiera “unidad de todos los sectores”. A Magario no hay que descártala por ser mujer y una dura rival de Vidal, además de conducir los destinos de La Matanza, el municipio más importante de la provincia.
Cristina Kirchner sigue siendo la gran electora del peronismo, especialmente de la provincia de Buenos Aires. Por ahora descansa en El Calafate pero su voz será clara para la elección de cualquier candidato. Nadie duda de su centralidad. Ella se puso la campaña al hombro el año anterior y logró un 37% de los votos que no es poco. Mucho más del 11% de Massa y el 5% de Randazzo. Ahora bien, con ese 37% no alcanzó para ganarle a Cambiemos (obtuvo el 42%) pero la debacle económica del gobierno nacional afectará a la gobernadora y hay que ver cómo llega el oficialismo en el 2019.
En el encuentro de San Bernardo todos reconocen que Cristina es la dirigente que más votos junta en la provincia, de allí que su voz será escuchada.
Los intendentes saben que, en las elecciones de 2019, además de un buen candidato a gobernador es muy importante el candidato a presidente, algo que hoy está muy lejos de resolverse. En esa pelea, tanto Cristina como los gobernadores deberán juntarse, buscar algún acuerdo o dirimir la fórmula en una gran interna nacional.