El ministro de Seguridad de Santa Fe analizó la ola de crímenes en la ciudad y valoró el anuncio del gobierno nacional de enviar más gendarmes.
En medio de un año donde la seguidilla de homicidios impactó con fuerza en la ciudad, el ministro de Seguridad de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, aseguró que «lo que está sucediendo en Rosario no es una pelea narco», valoró el anuncio del desembarco de más gendarmes y destacó el trabajo en conjunto que se viene realizando con las fuerzas federales.
Pullaro formuló estas declaraciones el día después de que La Capital revelara la intención del gobierno nacional de enviar más tropas federales a Rosario, que atraviesa una ola de crímenes que ya se cobró, de acuerdo a los datos oficiales, 27 vidas.
Según trascendió, los detalles de ese desembarco de efectivos para reforzar la seguridad en áreas críticas se darán a conocer en los próximos días, luego de que la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, regrese al país tras una gira que encabeza por los Estados Unidos.
En tanto, el ministro de Seguridad santafesino subrayó ayer que «siempre es bienvenida la llegada de más gendarmes» y destacó que una mayor presencia de fuerzas federales «permite trabajar sobre más puntos conflictivos y con mayor efectividad».
En tal sentido, puso de relieve el trabajo en conjunto con las fuerzas federales que se viene desarrollando en Rosario. De hecho, ayer encabezó junto al gobernador Miguel Lifschitz una reunión con integrantes de esas fuerzas, donde se analizó la coyuntura en materia de seguridad que atraviesa a la ciudad
El titular de la cartera de Seguridad santafesina no dudó en señalar que «en Rosario se trabaja coordinadamente con las fuerzas nacionales como en ningún lugar del país, y eso es muy valorable». En esa línea, puso de relieve la labor de Bullrich. «La ministra siempre ha estado trabajando junto a nosotros la problemática de la inseguridad y ha puesto todo su esfuerzo en esta labor conjunta que estamos desarrollando», confió.
Las causas
A la hora de analizar las causas de la creciente violencia armada que viene golpeando las barriadas rosarinas, Pullaro fue tajante. «Lo que está sucediendo en Rosario no es una pelea narco», aseguró y echó por tierra las versiones que indican que la seguidilla de crímenes en la ciudad tiene una vinculación directa con el enfrentamiento de bandas antagónicas que se disputan territorios para la comercialización de estupefacientes.
«Lo que sucede en esta ciudad dista de ser una pelea entre bandas de narcotraficantes. Acá hay dos grupos no muy numerosos que arrastran problemas interpersonales de vieja data y que los dirimen con una violencia letal», aseguró el ministro y remarcó que esa pelea se cobró «ocho de los 27 crímenes que hubo en Rosario en lo que va del año».
Las bandas en disputa están integradas por miembros de dos familias, Funes y Caminos, que arrastran viejas rencillas. «Estamos hablando de dos grupos criminales que se financian, entre otras actividades, con lo que recaudan por el narcomenudeo. Pero se trata de grupos de marginales con escasa organización y cuyos líderes se legitiman con violencia, que sin dudas es muy letal», admitió.
No obstante, confió que «ambas bandas serán desarticuladas» y trazó una comparación con lo que sucedía en Rosario con la organización criminal de Los Monos. «Esa banda sí tenía una organización, esto es muy diferente. Acá estamos hablando de dos grupos cuyos integrantes apenas superan la decena, con escasa logística y líderes jóvenes que se legitiman en la violencia», aseguró.
A pesar de esta coyuntura, pronosticó que «la escalada de violencia se va a frenar» y remarcó que en materia de seguridad urbana los indicadores no son negativos. «Hoy en Rosario no se están produciendo entraderas y no hay más de 20 robos calificados por mes en el macrocentro», remarcó.