En la ciudad de Santa Fe fueron detenidos 52 cuidacoches: 30 tenían pedido de captura
Los datos son desde la prohibición al 31 de diciembre de 2024. Se realizaron 5 mil intervenciones, desde el retiro de los trapitos de la vía pública a la toma de denuncias.
El 6 de mayo de 2024, el Concejo de Santa Fe por ordenanza prohibió la actividad de los cuidacoches en la ciudad de Santa Fe, es decir, el cuidado y/o limpieza de vehículos en la vía pública. El lunes 13 de ese mes, la Municipalidad, junto al Ministerio de Seguridad provincial, realizó el primer operativo en el macrocentro para hacer cumplir la norma.
Desde que se hizo aquel primer operativo (que luego continuó a lo largo del año pasado), hasta el 31 de diciembre de 2024, se censaron 179 “trapitos”.
Pero no sólo eso: según un relevamiento municipal a los que accedió El Litoral, en ese lapso de tiempo fueron detenidos 52 cuidacoches, de los cuales 30 tenían pedido de captura: ya están a disposición de la Justicia.
Se registraron en los controles para evitar que haya personas realizando esta actividad ilegal 12 casos de “falta de respeto” o resistencia a la autoridad”; en cuatro episodios se procedió a la identificación y averiguación de antecedentes; 2 casos de robo, uno de disturbios, un caso de tenencia de arma blanca o de fuego, y dos de agresión a la autoridad.
En total, se realizaron desde el área de Control del municipio -con apoyo del gobierno provincial-, 4.982 intervenciones (exhortación al cuidacoches a que se retire, o denuncias atendidas al número de Atención Ciudadana Municipal 0800-777-5000, etcétera. Finalmente, se relevaron 2.227 recorridos de la GSI con el binomio policial en recorridos preestablecidos, siempre en el macrocentro.

Por otro lado, la buena: según informó el gobierno local días atrás, se conformaron 11 cooperativas de trabajo que brindan empleo a 123 ex cuidacoches que realizan tareas de zanjeo, desmalezado, orden y limpieza y reacondicionamiento de plazas y parques.
Las cooperativas están en los barrios Pompeya, Tránsito, Barranquitas, Santa Rosa de Lima, Mitre, Parque Sur, Costanera y Chalet.
El contexto
Más allá de los datos duros, no puede negarse que la cuestión de los cuidacoches es un fenómeno multicausal atravesado por la falta de recursos económicos, la vulnerabilidad social y los consumos problemáticos, incluso problemas de salud mental.
“Esta medida se tomó sin dejar de tener muy en cuenta la complejidad de la situación de los cuidacoches, en un contexto social y económico muy particular en la Argentina y en Santa Fe, que no queda fuera de ese marco”, le dijo a El Litoral Sebastián Mastropaolo, secretario de Gobierno, Control y Seguridad Ciudadana municipal.
Con la prohibición de la actividad de los cuidacoches, “el paradigma que ha cambiado es que nosotros (desde el área de Control) tenemos un montón de recorridos predeterminados donde persistimos en el control del espacio público, particularmente en el macrocentro”, adujo el secretario.
En esos recorridos, hay en la actualidad entre siete y 12 camionetas de la Guardia de Seguridad Institucional (GSI), dependiendo los turnos (diurno, nocturno).
“No en todas las camionetas, sí en la mayoría, van los binomios policiales; porque las que sí lo tienen están en un operativo de control de barrios (de seguridad), por ejemplo. Hay agentes de la GSI que hacen un control pasivo”, añadió luego
Conflictividad
Sí admitió Mastropaolo, a juzgar por los datos antes mencionados, que hay zonas de conflictividad en el microcentro. Y dio un ejemplo puntual, una suerte de “punto rojo” donde se generan problemas de forma recurrente.
“En la Terminal de Ómnibus sí está la GSI con el binomio policial porque mucha reincidencia de los cuidacoches. Muchas veces pasa que los retiramos, previa explicación de la prohibición. Le explicamos la ordenanza, pero a las 2 horas intentan volver, por eso hablamos de una realidad social que es compleja”, insistió en su concepto.
La inclusión
El secretario insistió en la complejidad multicausal que involucra a los cuidacoches. “Hablamos de personas en una situación de contexto social muy vulnerable. Es muy difícil que desista de esta actividad prohibida porque algunos tienen esto como su forma de subsistencia”.

Esto lleva al otro punto: buscar estrategias de inclusión laboral de los ex cuidacoches, esto es, diseñar un formato de políticas sociales para incorporarlos al empleo dentro del municipio. “El gran desafío fue encontrar ese camino y una alternativa de salida”, agregó Mastropaolo.
En este sentido, “hoy muchos ex cuidacoches están contenidos en cooperativas que trabajan con la Municipalidad, que brindan un servicio y así se les paga un sueldo por un trabajo realizado. Este ingreso les rinde, y sobre esa base logramos que también desistan de devolver a la cuadra a cuidar autos”, concluyó el secretario de Gobierno y Control.