El peronismo acelera reuniones para «sumar voces» en la reforma de la Constitución
Esta semana el PJ tiene agenda completa de reuniones con varios sectores para definir la propuesta que llevará a la Convención Constituyente
POR GUSTAVO SCHNIDRIG
El peronismo santafesino trabaja contrarreloj para completar y hacer valer su esquema de trabajo de cara a la reforma de la Constitución santafesina, en el escueto tiempo propuesto por el gobernador Maximiliano Pullaro.
El espacio justicialista de 12 funcionarios, compuesto por ocho convencionales y cuatro senadores, mantiene reuniones semanales desde el momento de asumidos, enfocados en diferentes temas como el de la autonomía municipal, el rediseño institucional, la conectividad digital y, claro está, la renovación de mandatos.
Pero además de ello trabajan con lo obtenido en La Constituyente de la Gente, un programa lanzado previo a las elecciones y que les sirvió a modo de campaña para recorrer la provincia y recoger sus inquietudes.
El problema es que la variedad de sectores representados y de temas a tocar va en contra del plazo dispuesto para el inicio de las sesiones donde se definirán las reformas, fijadas para el 14 de julio.
“Es un evento importante y hubiese estado bueno contar con más tiempo para hablar con todos los sectores. Será un proceso de reforma cruzado por dos procesos electorales paralelos; nos perdimos de que tenga su propio momento”, lamentó a este medio Facundo Olivera, uno de los convencionales peronistas.
Así las cosas, esta semana iniciará en la sede del PJ santafesino (así como en distintos puntos claves de la provincia) una serie de reuniones junto a los sectores alcanzados por La Constituyente de la Gente.
Los primeros convocados fueron los gremios estatales, con quienes se verán las caras esta semana, pero se esperan otras reuniones con la UIA y la Fisfe, en el plano industrial, así como con sectores «de pueblos originarios, educativos y de género como la mesa Ni Una Menos”.
Son seis semanas en las que se trabajará a contrarreloj para incluir la mayor cantidad de voces, en el marco de una proceso de reforma constitucional que, según el propio Olivera, “no tuvo un proceso de apertura democrático”.