El periodista deportivo y actual pareja de la legisladora brindó un emotivo mensaje antes de partir con el cortejo fúnebre hacia el cementerio de la Chacarita. “Estuve enamorado de una mujer maravillosa”, dijo.
ras haber sido velada en la Legislatura porteña, los familiares de la periodista y legisladora Débora Pérez Volpin, que falleció el martes luego de haberse sometido a una endoscopía en el sanatorio de La Trinidad, agradecieron el respeto y el cariño brindado por quienes se acercaron a despedir sus restos. “No podemos entender cómo nos ha cambiado la vida de un momento para el otro. No tenemos rencores ni deseo de venganza, queremos saber la verdad”, dijo conmovido Enrique Sacco, periodista deportivo y actual pareja de Pérez Volpin.
Antes de que el cortejo partiera hacia el cementerio de la Chacarita, la familia dio un breve mensaje a la prensa. “Agradecemos a todos, colegas, políticos, ciudadanos comunes, a quienes quiero llamar como remolones, que se han venido hasta desde Salta”, expresó Sacco que dijo estar enamorado “de una mujer maravillosa”.
El periodista remarcó que el único consuelo es la “la felicidad que hoy tendría Débora por el reconocimiento de toda la gente”. Sacco terminó su mensaje con una frase que le hicieron llegar durante el velorio. “El cielo se equivocó o se apresuró. El tiempo nos dirá la verdad”, finalizó.
El martes por la tarde, la legisladora fue sometida a una endoscopía en el sanatorio de La Trinidad, una práctica que no suele tener complicaciones. Sin embargo, por motivos que aún faltan precisar, Pérez Volpin sufrió un paro cardiorrespiratorio durante el estudio y no reaccionó a las maniobras de reanimación. La familia hizo la denuncia por mala praxis y la Justicia caratuló la causa como “homicidio culposo”.
Tras la autopsia, que corroboró lesiones en el esófago y el estómago, el abogado de la familia sostuvo que esas lesiones “fueron generados sin ninguna duda durante la endoscopía”. “No necesito tener más resultados para entender que las lesiones se provocaron en la endoscopía. Entendemos que si ingresa una persona sana que no presenta ninguna lesión a realizarse un procedimiento, a los 18 minutos fallece, no se necesita ninguna medida de prueba para entender que esas lesiones se provocaron durante el procedimiento”, explicó Diego Pirota.