El exgobernador quería que Giordano encabece la boleta el año que viene, pero su pareja la diputada Alejandra Torres se ausentó para facilitar el veto.
Juan Schiaretti se quedó sin su candidato para las elecciones de diputados del año que viene. El ex gobernador no quiere encabezar la boleta y proponía en su lugar al ex titular de la Anses libertaria, Osvaldo Giordano.
Pero el escándalo que se desató en Córdoba ante la ausencia de Alejandra Torres, pareja de Giordano y diputada del bloque que conduce Miguel Pichetto en la votación en contra del veto al financiamiento universitario, arrastró a Giordano.
En primer lugar, cerca de Llaryora están los que entienden la ausencia de Torres y le creen su supuesto cuadro de Covid; pero también están aquellos, también cercanos al gobernador, que cruzaron a la diputada por el faltazo. El que LLaryora se había comprometido públicamente con la defensa de las universidades y pedido a sus diputados que rechacen el veto.
Giordano, que fue titular de la Caja de Jubilaciones en Córdoba y ministro de Economía en las gestiones del schiarettismo es un hombre de extrema confianza del exgobernador. Pero en el peronismo cordobés, todos saben que no tiene la misma sintonía con Llaryora.
De hecho, el año pasado luego de las Paso se quiso desmarcar de la verticalidad que tenía el PJ cordobés debajo de la candidatura de Schiaretti y estuvo sentado en la primera fila durante la presentación de Carlos Melconian dentro de los equipos de Patricia Bullrich. Situación que generó un fuerte enojo de Llaryora para con quien todavía era el ministro de Finanzas en Córdoba y ayudó al por entonces gobernador electo a ratificar una decisión que ya tenía tomada: no considerarlo para su gabinete.
Luego, en diciembre y mientras estaba de viaje en España, Giordano recibió el llamado de Guillermo Francos cuando Javier Milei estaba buscando nombres para iniciar su gestión. Giordano aseguró en reiteradas ocasiones que Schiaretti no tuvo nada que ver con ese desembarco, aunque reconoció que lo había consultado al exgobernador antes de arribar al despacho principal de la Anses.
Schiaretti es un hombre de consulta casi permanente para la pareja Giordano-Torres. Es más, la diputada también habló con el exgobernador antes de tomar la decisión de ausentarse el pasado miércoles en el recinto. Por lo que muchos saben que el economista y actual titular del Ieral en la Fundación Mediterránea era el número puesto para la boleta 2025.
De todas maneras, en la semana y previo a la decisión de Torres del miércoles, un peronista de la capital cordobesa reconoció a LPO que Giordano podría terminar en cualquier armado el año próximo: «puede ser candidato nuestro o del otro lado, me parece…».
Como también están aquellos que sostienen que hubo un llamado del expresidente Mauricio Macri a Giordano y en el PRO, aquellos cordobeses que caminan los pasillos del Congreso no descartaron que el hombre pueda volver a Anses patrocinado ahora por el presidente del espacio amarillo. «Nunca cortó la relación con Petovello, pero también la tiene con Bullrich y habla seguido con Macri», dicen.
El expresidente, aliado clave de Milei para ratificar el veto, estará en Córdoba el 22 de este mes con un almuerzo en la Bolsa de Comercio y una agenda que sigue de cerca Soher El Sukaría. Aunque todo el arco político cordobés aguarda con expectativa lo que será el desembarco de Milei el 30 de este mes en la Fundación Mediterránea y donde uno de los anfitriones del presidente será el propio Giordano.
«De la manera en la que se saluden ahí va a ayudar a entender cómo sigue la cosa», dijo una persona que recordó la manera en la que, por consejos de Santiago Caputo, Milei echó de Anses a Giordano cuando Torres votó en contra de la Ley Ómnibus en el verano.
Así, con el cordobesismo incómodo, el peronismo empieza a presionar por lo bajo a Llaryora para que el primer escalón de la boleta 2025 lo integre una persona del PJ. Alternativa que choca con la teoría de los que sostienen que la vicegobernadora y radical Myrian Prunotto puede liderar la lista de Diputados el año próximo.
«Tiene que encabezar un compañero, de lo contrario, la cosa se va a poner fulera», dijo un funcionario peronista de diálogo permanente con Llaryora.