Desde Santa Fe

La Federación de Trabajadores Municipales de la provincia logró un aumento de salarios del 35% en cuatro tramos (13% en setiembre, 8% en octubre, 9% en noviembre y 5% en diciembre con revisión en la segunda semana del mes), como había acordado en la mesa paritaria el lunes a la noche, cuando se firmó el acta acuerdo y después se rompió por un planteo de los negociadores del Partido Justicialista y la presión política de la Casa Gris. Ante el escándalo, el retroceso del gobierno de Omar Perotti quedó a la vista. Ayer, a las 11, se volvió a firmar una nueva acta con el mismo incremento: el 35% en cuatro cuotas, que significará una mejora anual del 81% (cuatro puntos más que las paritarias del sector público y cinco más que la paritaria municipal de Rosario, que cerró en el 30%). Tras el logro, Festram dio por “superadas las diferencias con las autoridades provinciales y municipales”, después de que su jefe, Jesús Monzón anunciara la decisión de recurrir ante la justicia y el Ministerio de Trabajo por la destrucción del acta el lunes a la noche y responder con medidas de fuerza.

Ayer, Festram tenía previsto un plenario de secretarios generales para definir el plan de lucha, pero lo suspendió por un llamado telefónico de la Casa Gris y dos horas después, los dirigentes del gremio y los intendentes firmaron el acta con el mismo texto que la que se destruyó el lunes. Los firmantes son los mismos: los intendentes Alberto Ricci (Villa Gobernador Gálvez) y Leonel Chiarella (Venado Tuerto), la presidenta comunal de Helvecia, Victoria Weiss Ackerley y su colega de Cañada Rosquín Ulises Puntonet. Más, los dos paritarios del PJ: los secretarios de Hacienda de Reconquista Matías Massat y de Esperanza Luciano Rezzoagli, quienes el lunes a la noche recibieron el llamado telefónico que originó el escándalo, su retiro de la mesa negociaciones y la destrucción del acta. Ricci dijo por una emisora de Santa Fe que el llamado lo recibió Massat y era de su jefe, el intendente de Reconquista, Enrique Vallejos. Pero otras fuentes –consultadas por Rosario 12- revelaron que era el telefonazo era un despacho de la propia Casa Gris.

El acuerdo paritario de Festram es el más alto en la provincia. Hasta ahora, había logrado un aumento del 46% y ayer sumó otro 35% (a cobrar el 13% en setiembre, 8% en octubre, 9% en noviembre y 5% en diciembre, con cláusula de revisión el día 15 de ese mes). En el año: un 81%.

El mismo día del escándalo, “el IPEC publicó los datos inflacionarios de agosto, estableciendo una inflación anual del 74,5% y un acumulado del 55,1%, por lo que el acuerdo del 81% trae algo de alivio al bolsillo de los trabajadores y trabajadoras de municipios y comunas, que será revisado en diciembre si se produjera un nuevo desfasaje”, recordó Festram.

El cierre de la paritaria municipal –con el 35% a los trabajadores de Festram- puede tener otras consecuencias políticas. Porque todos los gremios del sector público –excepto Amsafé- aceptaron un incremento del 31% (cuatro puntos menos) en medio de un coro de denuncias por los métodos “extorsivos” y el “chantaje” del gobierno de Omar Perotti, que amenazó con descontar los días de paros. Ahora, ante renovada demanda de los docentes para que se mejore la propuesta, el problema lo tiene Perotti.

Lo mismo sucede en el plano municipal. El acuerdo de Festram supera en cinco puntos el arreglo de los trabajadores municipales que aceptaron un aumento del 30% en tres cuotas. Mientras que los sindicatos municipales de Santa Fe y de Rafaela –que también negocian por separado- no cerraron sus paritarias a la espera de que se resuelva la de Festram. Así que ahora, la presión será para los intendentes Pablo Javkin y Emilio Jatón y su colega de Rafaela, Luis Castellano.

En el caso de Esperanza, el sindicato municipal también impulsó una “negociación local y regional” con la intendenta Ana Meiners –como lo plantean los gremios de Rosario, Santa Fe y Rafaela-, pero a la luz de la experiencia “ya reconoció a la paritaria provincial como único ámbito de negociación salarial, aunque no pudo compartir la discusión por no estar afiliado a Festram”.

Tras la firma del acta, Festram dio por “superadas las diferencias con autoridades provinciales y municipales” y consideró “un hecho auspicioso para el conjunto de los trabajadores del sector de toda la provincia de Santa Fe” el aumento del 35%. Y agradeció “a legisladores nacionales, provinciales y municipales que ofrecieron su colaboración para llegar a este acuerdo razonable”.