Para 2018-2019, dos países de la región están en rojo por la suba de la deuda y de los intereses: Ar.gentina y Ecuador
El último informe del Servicio de Inversores de Moody’s, la agencia calificadora de riesgo, sobre la evolución de la deuda pública de los Estados soberanos de América Latina advierte que para el bienio 2018-2019 se profundizará el deterioro del perfil fiscal de los países de la región.
“Prevemos que el empeoramiento de la deuda y la carga de intereses limitarán la capacidad de los soberanos de América Latina para responder ante posibles nuevos shocks a medida que pierden espacio fiscal”, sostiene Renzo Merino, Assistant Vice President de Moody’s.
Los indicadores que sigue el informe son dos: la evolución del coeficiente deuda pública sobre PBI y la evolución del peso de los intereses por el servicio de deuda en relación a los ingresos fiscales. Para cada uno de ellos, Moody’s elaboró un “termómetro” y solo dos países están en rojo para ambos indicadores por el rápido empeoramiento de su situación: Ecuador y Argentina.
En efecto, los gobiernos que habrán experimentado los mayores aumentos de su carga de deudas para 2019 son Brasil (24 puntos básicos), Ecuador (26 p.b.) y Argentina (17 p.b.); mientras que Guatemala, Nicaragua, Honduras y Panamá son los países con menores subas y quedaron en la zona verde del termómetro. Los países que habrán tenido el mayor incremento de su carga de intereses son Colombia (7 p.b.), Argentina (6 p.b.) y Ecuador (4 p.b.); mientras que los que menos verán crecer sus servicios de deuda serán Bolivia, Brasil, Nicaragua y Perú.
No obstante ni Ecuador ni Argentina por la combinación de los estimadores entran en zona de riesgo para 2019, dado el relativamente bajo endeudamiento de ambos países. Por el contrario, Moody’s llegó a la conclusión de que Brasil, Colombia y Costa Rica son los gobiernos con el menor espacio fiscal relativo a sus deudas de la región. Paraguay, Chile y Perú también habrán experimentado un deterioro de sus índices de deuda para 2019, aunque siguen conservando niveles relativamente altos de espacio fiscal.
“Los otros países que han perdido espacio fiscal y enfrentan actualmente condiciones más limitadas para hacer frente a shocks son Bolivia, Ecuador, Uruguay, Argentina y El Salvador”, detalló el informe.
“Estimamos que los niveles de deuda sean en promedio nueve puntos porcentuales del PIB más altos en 2018-19 que en 2013-14, mientras que los pagos de intereses consumirán dos puntos porcentuales adicionales de los ingresos”, agregó Merino.
En el promedio latinoamericano el aumento de la carga de intereses -índice de pago de intereses a ingresos gubernamentales- se debe principalmente a una disminución de los ingresos, lo cual refleja un menor ingreso relacionado con materias primas.
“Si bien varios gobiernos han implementado medidas para incrementar los ingresos fiscales, existe un riesgo de mayor deterioración relacionado con mayores costos de financiamiento como resultado de la normalización de las condiciones de política monetaria en países desarrollados en los próximos años, lo cual revertiría la disminución del costo de la deuda que se produjo hasta 2016”, se lee en el reporte.
En años anteriores, los gobiernos de la región pudieron acceder a los mercados internacionales para refinanciar deudas contraídas durante la pasada década o déficits financieros en un entorno de bajas tasas de interés. Sin embargo, Moody’s espera que, a medida que la deuda siga acumulándose en los próximos dos años y las tasas de interés aumenten en todo el mundo, el costo de la deuda de los gobiernos comenzará a aumentar nuevamente, aunque a niveles más bajos que la última década.
Por ende, los esfuerzos de consolidación fiscal serán clave para detener el deterioro de los indicadores de deuda del gobierno en toda la región y apoyar la calidad crediticia de los soberanos. Si bien la mayoría de los gobiernos se han centrado en medidas para mejorar los ingresos, abordar la rigidez del gasto y contener el crecimiento del gasto total siguen siendo desafíos que deben ser afrontados efectivamente. “Dadas nuestras expectativas de que en el fututo el crecimiento económico será inferior a la tendencia observada durante 2007-2013, serán necesarios esfuerzos fiscales adicionales para estabilizar la relación deuda sobre PBI a partir de 2019”, precisó el informe.
En el caso específico de Argentina, la calificadora de riesgo viene de subirle la nota B3 por el desempeño en la economía. “Sin embargo, nuevas mejoraras requerirán de una reducción creíble y consistente del déficit fiscal y de la inflación para el consumidor, así como la continuidad y profundización del actual rumbo político”, subrayó el informe luego de que “el déficit fiscal se haya ampliado de 2% del PBI en 2013 al 6% en 2016 y 2017, conllevando una pérdida de espacio fiscal”.